"Los que me han amenazado de muerte no me van a amedrentar"

La directora de mercadotecnia y portavoz de la clínica CB Medical, Victoria Virtudes, de 50 años, ha sufrido dos amenazas de muerte en lo que va de semana. Este centro, situado en la calle de Zurbano, amaneció el pasado domingo con pintadas contra el aborto en las que también se podía leer "asesinos".

Pregunta. ¿Cómo la amenazaron?

Respuesta. El martes, cuando salí de mi casa, había dos señores con la cara tapada con una bufanda esperándome en la esquina. Me dijeron: "O dejas de hacer abortos, o acabas como ellos". Mi respuesta fue rápida: "Si os ponéis así, hacedlo ahora mismo". Hoy [por ayer], otras dos personas diferentes me han hecho la misma amenaza a la puerta de casa. Esta vez no he podido ni reaccionar.

P. ¿Ha denunciado estos hechos?

R. Sí, lo he hecho en la comisaría de Chamberí. Lo que me parece más grave de estas amenazas es que ya se sepa dónde vivo y que no pueda ni salir a la calle. A partir de hoy, cualquier coche puede darme un pequeño toque y matarme.

P. ¿Piensa cambiar su forma de vida? ¿Tiene miedo?

R. Los que me han amenazado de muerte no me van a amedrentar. No me voy a ir de mi casa ni voy a alojarme en casa de algunas compañeras, que me lo han ofrecido. Lo que no consiguieron con el franquismo no lo conseguirán ahora con la democracia. Lo que tenga que pasar, pasará.

P. En su opinión, ¿quién está detrás de este ataque?

R. Es una campaña de los cachorros de los colectivos que se ensañan con personas que han luchado para que los hombres y mujeres puedan elegir libremente. También hay que pedirles responsabilidades a Alberto Ruiz-Gallardón [alcalde de Madrid] y a Esperanza Aguirre [presidenta regional] por subvencionar a estos grupos contra el aborto. Son iguales a la kale borroka [lucha callejera] de Batasuna que tanto critican estos políticos del PP.

P. ¿Ha pedido protección policial?

R. Sí, pido protección para mí y para todas las clínicas que tienen los derechos pertinentes para ejercer estas operaciones de interrupción del embarazo. Y si no los tienen, que las cierren. Basta ya de la doble moral.