En torno a 'La Tierra'
En una carta firmada por la viuda de Eduardo de Guzmán, se me acusa de calumniar a quienes hicieron ese periódico. Por medio de Eduardo Haro llegué a conocer a Eduardo de Guzmán y a su compañera en su piso de Atocha, por los años 70. Era un hombre entrañable que nos dejó testimonios estremecedores sobre la represión en el fin de la guerra.
Pero 1933 no era 1939. Ser víctima de la represión de Franco en el 39 no implica haber sido antes republicano. El desprestigio del propietario de La Tierra, Cánovas Cervantes, periodista conservador pasado al anarquismo "racial", era total entre quienes vivieron el período republicano. Le apodaban "Ni lo uno ni lo otro". Entre otros testimonios orales que recibí al respecto, está el del político derechista Pedro Sainz Rodríguez, quien me contó, en entrevista facilitada por la prof. López Kéller, que la derecha monárquica subvencionaba en un sentido y en otro, a José Antonio y a La Tierra "con tal de fastidiar a la República". Lo precisa en su autobiografía Testimonio y recuerdos (Planeta, 1978, p. 246), partiendo de la campaña sobre Casas Viejas: "Esta campaña -se sabe ahora porque yo creo conveniente revelarlo- fue impulsada por las derechas. (...) El señor Cánovas Cervantes, director y propietario del periódico, se citaba conmigo precisamente en la rinconada que hace el callejón de Arenal ya mencionado, enfrente de la librería de los Bibliófilos (...). Allí recibía Cánovas Cervantes un sobre en el que iban las directrices de la campaña, textos redactados por nosotros y una muestra de nuestro agradecimiento por esta colaboración política".- Antonio Elorza. Madrid.
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