Serbios y albaneses se enrocan en sus posiciones sobre Kosovo
El mediador de la ONU se muestra pesimista sobre la última ronda de negociaciones
Las posiciones de serbios y albanokosovares ante el futuro de Kosovo quedaron ayer cristalizadas en extremos difícilmente reconciliables, después de que los emisarios de Belgrado rechazaran todo lo que menoscabe la integridad territorial de Serbia y los de Pristina se dijeran convencidos de que su independencia es inevitable. Martti Ahtisaari, autor del plan, aventuró que podría haber acercamientos en algunos asuntos, pero que sobre la cuestión crucial del futuro estatus de Kosovo "no hay señales de que se vayan a mover".
Los delegados de Belgrado y de Pristina acudieron a Viena convocados por Ahtisaari para discutir los detalles del plan preparado por el representante del secretario general de Naciones Unidas para Kosovo e inmediatamente unos y otros constataron que sus respectivas pretensiones son incompatibles. A las ambiciones independentistas de los albanokosovares, los serbios respondieron con la petición de que la primera línea del futuro acuerdo confirme que "Kosovo es una provincia autónoma de Serbia".
La primera jornada apunta a la imposibilidad de un acuerdo, al menos de seguirse la táctica empleada en el corto plazo, rayana en el diálogo de sordos. El conflicto deberá ser resuelto por el Consejo de Seguridad.
"No hemos venido a comenzar una nueva negociación", dijo bien claro en conferencia de prensa Martti Athisaari al concluir la jornada matutina de debates. "Sin renegociación es imposible un acuerdo", replicó luego el negociador serbio Aleksandar Simic. "Belgrado ha acudido con la pretensión de comenzar las negociaciones y elaborar un paquete completamente nuevo. Eso nos hace pensar que no hay posibilidades de acuerdo", terció Veton Surroi, jefe de la delegación albanokosovar.
"Las conversaciones han empezado bien", apuntó Ahtisaari, que hace unos días había indicado que la crisis sólo la resolvería un milagro, algo en lo que él no creía. Sigue sin verlo factible. "No creo que yo vaya a cambiar de opinión. Cuando entremos a discutir los anexos
[que detallan el futuro ordenamiento interno de Kosovo] podríamos mejorar. Pero sobe el estatus
[que lleva a una independencia tutelada del territorio, aunque la palabra no aparezca en el texto] no hay señales de que las partes se vayan a mover".
Defendió el representante especial la bondad de su plan tanto para los serbios de Kosovo, a los que ve gozando de una autonomía y una seguridad superiores a las que tienen ahora, como para toda la región. "La propuesta incrementará la estabilidad regional", aseguró.
"La propuesta de Ahtisaari es inaceptable en lo relativo al estatus de Kosovo", enfatizó Leon Kojen, copresidente de la delegación de Belgrado en nombre del presidente serbio, Boris Tadic. "Aunque Ahtisaari no usa la palabra independencia, está claro que lo que busca es un Kosovo independiente, en vez de un Kosovo en Serbia. Hemos enmendado todas las provisiones que asumen, llevan, inducen a la independencia". El otro copresidente, Slobodan Samardzic, enviado por el primer ministro, Vojislav Kostunica, aludió veladamente a una manipulación de todo el proceso por Ahtisaari. "Recibió el mandato de buscar un estatuto definitivo para Kosovo y de eso sólo se habló en un día de julio del año pasado", dijo.
Las conversaciones de Viena van a durar hasta el próximo día 2, con una presentación el día 10 a las partes de la propuesta definitiva a elevar por Ahtisaari al Consejo de Seguridad. En Nueva York, deberá resolverse el conflicto irresoluble. Serbia sigue contando con que Rusia ayude, pero ayer la delegación de Belgrado ya no hablaba de veto. "Los Estados tratan de encontrar un acuerdo, sin llegar al veto", indicó Kojen. "Lo que queda excluido es una clara independencia como la quiere Pristina".
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