"Me he colado porque se dejaron de vender billetes"
Una hora. Este es el tiempo que normalmente tarda María Ángeles Sánchez, una administrativa de 35 años, para desplazarse de Cunit hasta Barcelona, donde trabaja. Ayer el trayecto duró mucho más. "No había trenes para Barcelona, y la única posibilidad de llegar era coger un tren hacia Sant Vicenç de Calders y allí subir a otro hacia Barcelona", explicó.
Las dificultades para llegar a su destino no acabaron ahí: "Cuando fui a la taquilla para comprar el billete a Sant Vicenç, me dijeron que no me lo podían vender. La única posibilidad era colarse", dijo esta usuaria, que llegó al trabajo con 90 minutos de retraso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.