Atractivo español

España es el país preferido por los europeos no sólo para pasar unas vacaciones, sino también para trabajar en el caso de que tuvieran que marcharse de su lugar de origen. Así lo revela una encuesta publicada ayer por el diario británico Financial Times, realizada entre 6.561 adultos en las cinco naciones más grandes de la Unión Europea entre el 31 de enero y el 12 de febrero. El 17% de encuestados cree que el nuestro es el mejor país para iniciar una vida laboral, seguido del Reino Unido (15%).

Quizá la encuesta idealiza la situación española, pues no queda claro si los interrogados realmente estarían dispuestos a dejar su empleo y si son conscientes de las diferencias salariales existentes entre los países más ricos de la Unión y el nuestro. O si tienen conocimiento de que, en general, la jornada laboral es más larga en España que en la mayoría de sus vecinos (pero no tan cortas las vacaciones), que la carestía de la vida no es muy distinta, que el acceso a una vivienda digna es aquí casi inalcanzable, especialmente para los jóvenes, o que la seguridad ciudadana no es mejor. En cualquier caso, la encuesta debería servir para reflexionar sobre el espíritu tan negativo con el que juzgamos nuestras cosas y la admiración que los europeos confiesan por la rápida transformación española desde el ingreso en la Unión hace dos décadas.

Esa flagelación por cómo somos y cómo nos vemos casa mal con el mayoritario sentimiento optimista sobre el futuro que confiesan los españoles interrogados por Financial Times en comparación con el pesimismo francés. Y también con la actitud de los españoles en general receptiva hacia la inmigración como fenómeno beneficioso para el desarrollo de la economía del país.