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Airbus aplaza el anuncio de los recortes de plantilla en Francia y Alemania

El desacuerdo sobre el reparto de la carga de trabajo del A-350 bloquea el plan de ajuste

El consorcio aeroespacial europeo EADS se vio obligado ayer a aplazar el anuncio sobre los recortes de plantilla -que según la prensa económica gala afectará a entre 8.000 y 12.000 trabajadores- en las distintas fábricas de su filial Airbus. Los problemas para poner en marcha el plan de reducción de costes bautizado como Power8 tienen su origen en la falta de entendimiento entre Francia y Alemania. El presidente de Airbus y consejero delegado de EADS, Louis Gallois, señalaba la necesidad de encontrar rápidamente "una solución que supere las cuestiones nacionales".

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El Consejo de Administración de Airbus "interrumpió las conversaciones" ayer al comprobar que se daban las condiciones para llegar a un acuerdo sobre el reparto de la carga de trabajo entre las distintas fábricas del grupo, pero especialmente entre las francesas y alemanas, para la fabricación del avión A-350, el avión de tamaño medio y largo recorrido con el que Airbus pretende competir con el producto estrella de su competidor, el Boeing 787 Dreamliner.

Según el comunicado hecho público, "las reuniones se retomarán en los próximos días, para encontrar un acuerdo sobre el reparto de la carga de trabajo del A-350. Como consecuencia, la reunión del comité de empresa europeo planeada para el 20 de febrero ha sido pospuesta". Pero tras este debate específico se esconde el plan de reestructuración del fabricante europeo de aviones, cuyo modelo de gestión, en el que las cadenas de montaje de los distintos modelos no están centralizadas, sino dispersas, resulta económicamente inviable para competir con el fabricante norteamericano en el contexto de un dólar extremadamente débil respecto a la divisa europea.

Además, Airbus tiene que compensar los gastos extraordinarios causados por los sucesivos retrasos en el programa de entregas del avión gigante A-380, incluidas las compensaciones económicas a las líneas aéreas que realizaron los primeros pedidos.

El plan pretende concentrar en Hamburgo el montaje de los aviones de un pasillo, la familia A-320, y en Toulouse, los de mayor tamaño, A-350 y A-380. Es sobre la distribución de la carga de trabajo del A350, sin embargo, donde más alejadas están las posturas. El Estado español, que controla el 5,4% de EADS a través de la SEPI, esperaba hacerse con un 10% del desarrollo de ese nuevo aparato, lo que añade más complejidad al pulso entre Francia y Alemania.

Evidenciando el nivel de ansiedad que se vive estos días en las fábricas de Airbus, Gallois aseguró: "He hecho propuestas que creo equilibradas, tanto desde un punto de vista industrial como tecnológico, y que sirven a nuestro objetivo de competitividad económica. Espero que puedan conducir al consenso que requerimos urgentemente. Airbus no puede retrasar por más tiempo la implementación del Power8". "Como es lógico", añadió, "los trabajadores están deseosos de saber cómo va a ser moldeado su futuro junto con el de la compañía".

La plantilla total de Airbus es de 55.000 personas. Según el diario económico Les Echos, las factorías de Francia y Alemania perderían cada una entre 3.000 y 4.000 puestos de trabajo, si bien se producirían muy pocos despidos. La mayor parte del recorte se realizaría mediante jubilaciones anticipadas y la no renovación de contratos temporales y la derivación de numerosos trabajos a subcontratas. En este sentido, el Ministro de Industria, Joan Clos, afirmó ayer respecto a las consecuencias del Power8 que "no prevé efectos muy importantes" que perjudiquen a las plantas españolas del grupo. Con el Power8, Gallois espera conseguir un ahorro de 5.000 millones de euros hasta 2010 y de 2.000 millones anuales a partir de 2010.

La prensa francesa apuntaba ayer a una posible entrada de capital del emirato de Qatar en EADS. Un alto cargo del Ministerio de Exteriores qatarí admitió que un fondo público de su país negocia entrar en el capital del consorcio.

Louis Gallois, en la ceremonia de entrega de un A-320 en Toulouse.
Louis Gallois, en la ceremonia de entrega de un A-320 en Toulouse.AP

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