Los recelos de India vuelven a retrasar la repatriación de los inmigrantes del 'Marine I'

Todo ha quedado en manos de una mujer, la embajadora de India en Senegal, autorizada por su Gobierno para aceptar o rechazar las identificaciones de los 233 inmigrantes del Marine I que permanecen encerrados en una nave del puerto de Nuadibú. Ayer se limitó a interrogar a 20 de ellos a "puerta cerrada" y no hizo declaraciones. España tendrá que hacerse cargo de la repatriación de los que la diplomática no asuma como indios, a pesar de que las identificaciones habían sido hechas por funcionarios de su propia Embajada.

Las autoridades mauritanas y españolas esperaban ayer con impaciencia la decisión de la embajadora de India en Senegal, que llegó a primera hora a Nuadibú para revisar la identificación de los 233 inmigrantes que se han declarado originarios de ese país y que siguen encerrados en una nave del puerto mauritano bajo custodia de policías españoles y gendarmes mauritanos.

La embajadora tiene poderes ejecutivos para aprobar o rechazar las identificaciones. En caso de que las apruebe, los inmigrantes serán repatriados inmediatamente, pero si deniega las identificaciones, los indocumentados serán trasladados a España.

La embajadora voló desde Dakar hasta Nuakchot y de madrugada se trasladó a Nuadibú. Una vez allí, se presentó en la nave a las 11.30 y se instaló en una tienda de la Media Luna Roja, rodeada de sus funcionarios. Mandaba llamar a los inmigrantes uno a uno para someterlos a un interrogatorio y cotejar sus respuestas con lo que habían dicho en un primer momento. Les preguntaba cómo se llamaban, dónde vivían... Eso, después de expulsar a toda la delegación diplomática española y a todos los periodistas del lugar.

La identificación que ha venido a comprobar había sido realizada por funcionarios enviados por su propia embajada. Una fuente oficial española comentó que en un primer momento India pensó que sólo se declararían ciudadanos de su país un puñado de inmigrantes del Marine I, pero no contaba con semejante cantidad, lo que ha motivado que se produzca este retraso y bloqueo en las repatriaciones. Además, la excusa que pusieron las autoridades indias de que los nombres dados por los ciudadanos indios no figuraban en sus ordenadores resulta un poco extravagante, dado que India cuenta con 800 millones de habitantes.

La embajadora se retiró a descansar tras entrevistar a 20 inmigrantes y no quiso hacer declaraciones a la prensa, así que nadie espera una solución al tema antes de mañana, por el desfase horario de India.

La odisea, que comenzó el pasado 30 de enero, cuando el barco en el que viajaban los 369 inmigrantes fue localizado en aguas de Senegal, se prolongará todavía un poco más. España entró a formar parte de la odisea cuando dio parte a Sensegal de la situación del barco, al día siguiente, tras recibir un mensaje de socorro de los propios náufragos. Senegal respondió que carecía de medios para asumir el rescate. El remolcador Luz de Mar zarpó de Tenerife para remolcar el barco.