Retratos de la rabia y del 'duende'
Una exposición de cuadros sobre flamenco ayudará a niños de Nicaragua y Sri Lanka
"Yo me agachaba a ver qué coño estabas haciendo". La frase pertenece a Sara Baras, la bailaora flamenca. La pronunció en la última edición del Festival Flamenco Pa Tós, organizado en junio por la Fundación Gomaespuma. Durante una de sus actuaciones, Baras no dejaba de observar a un retratista que, junto al escenario, hacía trazos. Era Julio Cebrián, pintor asiduo al festival. En el Colegio de Médicos de Madrid, lugar donde se celebra año tras año el festival, también había un fotógrafo: Carlos Azorín.
A la conclusión de aquellas jornadas repletas de flamenco, Azorín y Cebrián tuvieron la idea de unir dibujos y fotografías. El resultado es la exposición Retratos con duende, que se puede ver desde hoy hasta el 20 de marzo en la Sala Nietzsche (Fourquet, 12), un moderno local de tonos rojizos que combina el arte y poder tomarse una copa. Los fondos que se obtengan de la venta de los cuadros se donarán a la Fundación Gomaespuma, que destina ese dinero a proyectos humanitarios en Nicaragua y Sri Lanka. Los cuadros tienen un precio de entre 300 y 700 euros.
Pintor y fotógrafo se pusieron manos a la obra. Azorín aportó sus imágenes, en las que busca "los detalles y la profundidad". Es cierto. La mayoría son pequeños detalles de unas manos que dan palmas, de una guitarra española, o de una garganta que arroja toda su rabia. Mediante fotomecánica, las fotografías se imprimieron en lienzo con tintas naturales. Hecho ese paso, Cebrián entró en escena para darle su toque con el pincel. Él resume con entusiasmo el trabajo conjunto con Azorín: "A veces no se distingue si es una fotografía o un cuadro". Porque son ambas cosas. "Lo que queríamos es darle un toque al flamenco más moderno, menos casposo", cuenta. ¿Casposo? "Es la idea equivocada que tiene la gente sobre el flamenco".
Guillermo Fesser, que junto a Juan Luis Cano forma Gomaespuma, lo explica con su toque cachondo: "Siempre ha tenido esa imagen casposa porque la gente se imagina al típico gordo desgañitándose en un escenario y a un hombre sin peinar en el público". Pero eso "es un estereotipo". En Flamenco Pa Tós el público que acude no es en absoluto entendido, pero el festival "se ha convertido en referencia en España". "Llevamos el flamenco a gente a la que en principio no le interesa, y que va con la excusa de que lo organiza Gomaespuma", afirma. Y los artistas, como es por una buena causa, suelen acceder a bajar sus cachés.
"Enrique Morente empieza a cantar y en el minuto dos la gente ya flipa", asegura Fesser. En ese momento, Morente también empieza a flipar "porque no está acostumbrado a que el público alucine tan pronto, sino más bien a la gente entendida que está más pendiente de si comete un error". Y así, dice Fesser, la magia se retroalimenta. Cantaor y público alucinan mutuamente y allí todo el mundo termina crecido. "Se produce lo que en flamenco se llama pellizco".
Para Fesser, lo que hace del flamenco especial es que "es la canción protesta de Europa". Se trata de una música que se queja del dolor personal, de las faenas de la vida. Y "esa rabia, plásticamente, es cojonuda". Lo que pretende la exposición, así como el festival, es satisfacer "una doble causa": que los que acuden a ver flamenco o compren un cuadro "conozcan sus raíces", y que, con esa ayuda, los más necesitados "puedan echar sus ramas".
Una fundación solidaria
La Fundación Gomaespuma, del dúo radiofónico humorístico del mismo nombre compuesto por Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, organizará el próximo mes de junio el festival Flamenco Pa Tós. Será la octava edición de unas jornadas que sirven a Gomaespuma para recaudar dinero en favor de los más necesitados. En la edición del año pasado participaron artistas como Sara Baras o José Mercé.
A través de su fundación, Cano y Fesser han ayudado, por ejemplo, a los niños que viven y trabajan en el mercado Iván Montenegro de Managua (Nicaragua). En la web de Gomaespuma (www.gomaespuma.com) se explica que los proyectos que lleva a cabo la fundación "
se centran principalmente en los niños, en llevar la educación a lugares empobrecidos, para que sus habitantes puedan reafirmarse en su propia cultura y tengan más adelante la capacidad de compartirla con otras".
Cano y Fesser crearon su Fundación Gomaespuma en 2002, después de realizar varios viajes a lugares como Cuba, Yugoslavia, Mauritania, Argelia, República Dominicana o India. "La educación supone la mejor herramienta de trabajo para rescatar a la gente de su propia miseria", sostienen Cano y Fesser, que actualmente emiten su programa en Onda Cero, después de haberlo hecho anteriormente en M-80, Antena 3 Radio y Radio Madrid.
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