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Reportaje:

Diplomacia bolivariana por Air Madrid

Ecuador acepta que Chávez traslade a España a los inmigrantes afectados

El enredo de Air Madrid se lía en la diplomacia bolivariana del presidente venezolano, Hugo Chávez. El Gobierno de Ecuador comunicó la noche del lunes a Air Comet que "no necesita sus servicios" para trasladar de regreso a España al millar de inmigrantes que aún permanecen varados en su país de origen por el cierre de Air Madrid el 15 de diciembre pasado, según confirmó ayer la Cancillería (Ministerio de Exteriores) de Ecuador. "Las condiciones ventajosas", o sea, vuelos gratuitos, que ha ofrecido el Gobierno de Venezuela hacen innecesarios los aviones de Air Comet.

Venezuela ofrece vuelos gratuitos, y el Gobierno español fleta otro avión militar

La aerolínea del grupo Marsans envía hoy a la una de la tarde su primer avión a Ecuador, en virtud del acuerdo suscrito con el Ministerio de Fomento para asumir rutas y trabajadores de la compañía suspendida por fallos de seguridad. Tenía previsto comenzar a operar en abril, pero adelantó el plan por la situación social creada en Ecuador y las peticiones de ese país.

Aunque parezca imposible, las 392 plazas del jumbo volverán el jueves previsiblemente vacías, ya que la compañía (que perderá con la operación más dinero del que había previsto) las había reservado íntegramente para los afectados de Air Madrid, a solicitud de Ecuador. Sus autoridades se habían comprometido a seleccionar los pasajeros y pagar los 200 euros adicionales que Air Comet ha cobrado a los 3.600 perjudicados de Air Madrid que dice haber transportado ya.

Pero Ecuador atraviesa dificultades financieras (ayer anunció la demora del pago de intereses de su deuda) y Chávez no pierde comba para afianzar su relación con el nuevo presidente ecuatoriano, Rafael Correa.

Las autoridades ecuatorianas "han apretado para ver si nos sacaban el transporte gratis. Nos agradecen nuestra buena disposición y nada más", explicó ayer el subdirector general de Air Comet, Fernando Gil.

Así que, "en el marco de su política exterior basada en la solidaridad e integración", el presidente venezolano ha prometido los vuelos que sean necesarios (de aparatos militares o civiles de la compañía estatal Conviasa) para trasladar a España a los afectados que quedan, sólo un millar, según la Cancillería ecuatoriana.

Dos de esos vuelos bolivarianos se realizaron el pasado fin de semana, con un Boeing 707 y un 737-200, con 150 y 120 plazas. Ayer hubo otro de Conviasa de Guayaquil a Madrid con 110 personas y hoy habrá otro de la fuerza aérea, con 140, según la diplomacia venezolana.

La española tampoco es insensible a los problemas de los ecuatorianos perjudicados por Air Madrid. El presidente Correa arrancó en la noche del lunes al ministro de Trabajo, Jesús Caldera, en Quito un segundo vuelo militar español (ya hubo uno la pasada semana) para trasladar a los afectados.

Un portavoz de ese departamento explicó que Caldera, tras consultar con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió con Correa a devolver a España el viernes a otros 150 pasajeros de Air Madrid.

Fomento (que montó un dispositivo de ayuda tras el cierre de la compañía con el que se trasladó a 5.400 personas en siete días) se ha desvinculado de los vuelos militares de España, que el Gobierno considera un "esfuerzo adicional".

Con todos estos viajes gratuitos, el acuerdo de Fomento con Air Comet (que la compañía está cumpliendo a juicio del ministerio) queda en cierto sentido desvirtuado en lo que se refiere a los pasajeros afectados, ya que era precisamente en Ecuador donde había más problemas. Con los vuelos reseñados, sólo quedarían el sábado unos 600 pasajeros por regresar, de modo que Chávez sólo tendría que fletar cinco aviones más. Afortunadamente para Ecuador, ya que la compañía Air Comet no parece dispuesta a reservar más aviones enteros.

Afectados por el cierre de Air Madrid suben a un autobús en Guayaquil para embarcar en uno de los vuelos fletados por Venezuela.
Afectados por el cierre de Air Madrid suben a un autobús en Guayaquil para embarcar en uno de los vuelos fletados por Venezuela.EFE

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