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Reportaje:

Infancias robadas

Mikel Aristregi muestra en San Sebastián la vida de los niños de la calle en Camboya a través de una treintena de fotografías

El fotógrafo Mikel Aristregi (Hernani, 1975) ignora qué ha sido de Pich (diamante), un niño de doce años que conoció a finales de 2004 en las calles de Phnom Penh, la capital de Camboya. El joven guipuzcoano inmortalizó al crío en escenas que resumen la difícil vida de una gran parte de la infancia en aquel país. Captó a Pich comiendo una manzana recogida del suelo y atada a un hilo. "A menudo jugar se convierte en el mejor de los antídotos para evadirse de la realidad", escribe Aristregi en el pie de foto. Pero también retrató a Pich en otra huida: esnifando pegamento. "No recuerda cuánto tiempo lleva viviendo en la calle y, como casi todos en su misma situación, es adicto al pegamento", explica bajo la instantánea que le tomó.

Hay que concebir también la sostenibilidad como una oportunidad para el crecimiento intelectual y económico

Lo último que el fotógrafo supo del chico es que abandonó el centro para niños drogodependientes Sakarach III, gestionado por la ONG local Our Home. "Se estableció un vínculo especial entre nosotros. Parecía que entendía lo que yo pretendía", recordaba ayer en San Sebastián Aristregi. Y lo que pretendía era capturar "la infancia robada que deambula con penuria, enfermedad y abandono por las calles de Phnom Penh".

Durante cuatro meses y medio, entre noviembre de 2004 y marzo de 2005, y gracias a la financiación de la ONG Global Humanitaria, Aristregi disparó su cámara cientos de veces para capturar historias tan duras como la de Pich. Pero luego tuvo que realizar un arduo trabajo de edición para dar forma a Rue 24, Phnom Penh (Kampuchea), una selección de 40 fotografías en blanco y negro. Desde ayer, y hasta el próximo 27 de marzo, 33 de esas imágenes -no se han podido incluir todas por cuestión de espacio- se exponen en la Fnac de San Sebastián. La muestra forma parte de las actividades paralelas diseñadas con motivo del quinto Festival de Cine y Derechos Humanos de la capital guipuzcoana, que se desarrollará entre el 16 y el 23 de marzo.

Con las instantáneas tomadas en Camboya, Aristregi, licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco (UPV) y con estudios cursados en el Institut de Estudies Fotografics de Catalunya (IEFC), ganó el pasado año el quinto concurso Nuevo Talento Fnac de Fotografía, al que se presentaron 150 trabajos. La convocatoria para la sexta edición de esta cita estatal estará abierta hasta el próximo 31 de marzo.

El director de Acción Cultural de la Fnac, Ramón Reboiras, afirma que el fotógrafo hernaniarra "compone como un clásico y golpea como un peso pesado. Tiene la elegancia de los que se meten hasta el fondo en la cocina del infierno, pero salen indemnes y sin quemarse". "En un escenario como el camboyano, propicio a las grandes convulsiones de la misericordia, mantiene el pulso firme y retrata todo el tiempo ese atisbo de vida y esperanza que conserva la gente del arroyo, los desheredados y postrados", añade.

Olvido político

Bajo este foco, Aristregi asalta nuestras cómodas vidas con el rostro de Ko, un adolescente sordomudo que se abraza a otro chico para protegerse del frío de la mañana en la calle 109. No tiene una casa donde dormir ni una familia que le cuide. Otros niños sí tienen una cama a la que regresar cada noche, pero se pasan el día en la calle, trabajando o jugando en el vertedero mientras sus padres tratan de recoger algo útil que les proporcione unas monedas.

La desnutrición, el abuso de drogas, el acoso sexual de los turitas, las enfermedades... son algunas de las amenazas a las que se tienen que enfrentar cada jornada estos niños "olvidados por sus políticos". Las ONG tratan de paliar esta situación y sacar a los pequeños de las calles, tal y como muestra Aristregi en algunas fotos de la exposición, en la que no aparece "ni el 1%" de las instantáneas que tomó.

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