Dos paquistaníes mueren al caer de un andamio en un edificio en construcción en Barcelona
Compañeros de los fallecidos aseguran que el gancho que les sujetaba estaba roto
Dos trabajadores paquistaníes, Abdul, de 22 años, y Mohammed, de unos 40, murieron ayer en un trágico accidente laboral en el distrito de Sant Martí, en Barcelona. Los obreros cayeron desde una altura de cinco pisos después de que se viniera abajo el andamio que les sostenía. Según aseguraron diversos compañeros de obra, Abdul y Mohammed apenas aguantaron un minuto en el andamio, ya que el gancho que sujetaba a uno de ellos estaba roto y cedió de golpe. El verano pasado, otros tres paquistaníes murieron cuando se les vino encima un muro en el Poblenou.
El accidente se produjo sobre las 17.30 horas en un solar en construcción situado entre el paseo de Taulat y la calle de Bac de Roda. Allí, el grupo inmobiliario Sacyr Vallehermoso está levantando una nueva promoción de pisos de lujo: los edificios Mediterrània Residencial, según se lee en los muros que rodean la finca. Dos horas después del siniestro, una docena de amigos, conocidos y compañeros de trabajo de los dos paquistaníes -ambos, procedentes de la región del Gujarat- trataban de recabar datos en el interior del solar.
Una mujer, que se identificó como representante de Sacyr, rechazó dar explicaciones sobre lo ocurrido y se limitó a pedir a los medios de comunicación que abandonaran el solar. Los compañeros de los dos fallecidos sí quisieron hablar y mostraron su indignación ante este nuevo accidente laboral en Barcelona. Según explicaron, Abdul y Mohammed se subieron a un andamio en el interior de uno de los inmuebles y, unos segundos después, se precipitaron al vacío.
El más joven, Abdul -recién casado- cayó de boca al suelo y murió en el acto. En cambio, Mohammed permaneció con vida hasta poco después de que llegase la ambulancia. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvar su vida. "La ambulancia ha tardado media hora", protestó uno de los obreros.
Ali, que actuó como portavoz de los demás hombres, explicó que el gancho en el que uno de los dos se había sujetado estaba muy deteriorado. "Se había tenido que soldar ya en otra ocasión porque estaba roto; eso no es normal", denunció.
Aunque tenían los papeles en regla, los dos obreros muertos no trabajaban directamente para Sacyr, sino para una empresa subcontratada, una práctica muy habitual en el sector de la construcción. "Es una empresa con sede en Badalona y regentada por paquistaníes", confirmó ayer a este diario un portavoz del sindicato Comisiones Obreras.
El de Sant Martí no fue el único accidente laboral de ayer. Otro trabajador, un chileno de 44 años, murió en Reus tras caer al suelo desde un tejado.
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