_
_
_
_
_

Los sondeos del referéndum del aborto en Portugal pronostican una victoria del 'sí'

Sólo si gana el acabará el atraso y la humillación, dicen los partidarios de despenalizar. Los favorables al no apelan al derecho del nasciturus a la vida y plantean la cuadratura del círculo: seguir con la actual ley y suspender las penas y los juicios. 8,5 millones de portugueses están llamados a votar mañana en el referéndum para despenalizar el aborto en las diez primeras semanas de embarazo. Ayer acabó la campaña y todos los sondeos avanzan la victoria del sí, aunque el no sigue ganando terreno.

En 1998, con unos sondeos similares, el no acabó imponiéndose con una participación del 31%, lo que perpetuó el aborto clandestino y casero, los juicios a mujeres y profesionales y el turismo abortivo a Badajoz.

El secretario general del Partido Socialista y primer ministro, José Sócrates, acompañado por ocho ministros, cerró el jueves por la noche su participación en la campaña con el mismo discurso pragmático y moderado con que la inició. "La elección es entre cambio y modernidad o conservadurismo", dijo Sócrates.

Sócrates quiso desactivar con ironía las últimas propuestas salomónicas de los defensores del no, favorables a la suspensión de los juicios a las mujeres que practican abortos y de mantener a la vez el acto como un delito. "Han aparecido en los últimos días soluciones creativas, pero son medias tintas: la única manera de cambiar las cosas es votar sí".

Según los defensores del no, la reforma es en realidad una "liberalización salvaje y completa".

El gran temor de los partidarios del es que la abstención y el poder movilizador de la Iglesia católica acaben pulverizando las previsiones favorables de los sondeos, como ya pasó en 1998.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_