Las manos que visten faunos

Cuando Lala Huete (São Paulo, 1957) diseñaba sus primeros bolsos, colgantes y ropa hippy -que vestía a escondidas para que su madre no la viera-, no imaginaba que estaría nominada para los premios BAFTA y los Costume Designers Guild, que se entregan el 11 y 17 de febrero respectivamente. Su candidatura se debe al vestuario de El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro, película que ya cuenta con siete Goyas y seis nominaciones a los Oscars.

Sus bocetos, alfileres y tejidos que combinaban fantasía y posguerra, la convierten así en la primera diseñadora española que accede a los prestigiosos premios británicos."Un buen amigo me llamó para felicitarme por la nominación, pero me resultó difícil de creer. Más tarde recibí un e-mail donde me comunicaban oficialmente la noticia. Mi madre estaba conmigo y, aunque era muy tarde, se puso a llamar a todo el mundo", recuerda Huete.

En estos momentos coordina los diseños de la película El Greco, dirigida en Atenas por Iannis Smaragdis y coprotagonizada por Juan Diego Botto y Laia Marull.

El plató del rodaje se encuentra a varios kilómetros de la capital griega, en un lugar que fue utilizado como campo de tiro en las Olimpiadas y que hoy alberga los decorados de la película.

Huete trabaja en el taller de vestuario, "una torre de Babel donde se habla griego, inglés, castellano, catalán, francés, brasileño e italiano, pero, sobre todo, el suajili que hemos creado entre todos para entendernos", según comenta la diseñadora.

Los figurines para El Greco, desde las prendas para el pintor hasta los inquisidores toledanos, "requieren un trabajo lento y laborioso por la ambientación del siglo XVI, cuyos trajes son difíciles de encajar y requieren muchos ajustes", explica Huete.

El laberinto del fauno también presentó ciertas "particularidades, que no problemas", como el reto de trabajar por primera vez el género fantástico, y el crecimiento inevitable de Ivana Baquero, la actriz protagonista de 13 años, cuyos estirones durante el rodaje obligaron a alargar los vestidos.

Huete aprovechó las anotaciones y el universo mágico del director para diseñar las prendas de la película. "Llegué y encontré la inspiración en las propias ideas que Guillermo llevaba ya tiempo plasmando en cientos de páginas que cubrían las enormes paredes de la oficina. Esbozos de faunos, duendes y todo un mundo de personajes fantásticos que ya rebosaban magia y me encauzaron directamente en el camino a seguir para crear los figurines".

Los diseños consiguieron que Sergi López, caracterizado como un sangriento fascista, se sintiera como un "cabrón" cada vez que se vestía, o que la joven Ofelia pareciera Alicia en el País de las Maravillas con su traje verde. El vestido estaba inspirado en el libro de Lewis Carroll, como la idea de quedarse en combinación para entrar en el mundo irreal del árbol.

En los premios BAFTA el vestuario de Lala Huete competirá con El diablo viste de Prada, María Antonieta, Piratas del Caribe 2 y The Queen.