El ministerio asegura que la vigilancia de la campaña de anchoa será extrema

La ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, aseguró ayer que la campaña experimental sobre la anchoa en el Golfo de Vizcaya, acordada por la UE en diciembre, se llevará a cabo "bajo un control sin precedentes" de las autoridades comunitarias. También hizo hincapié en que España propondrá que no se comercialicen las capturas durante dicha campaña. Los pescadores del Cantábrico dudan de las intenciones del ministerio.

Espinosa respondió en el pleno del Senado a los representantes del PNV Víctor Bravo y del Grupo Mixto José Ramón Urrutia en relación con la campaña experimental que permitirá pescar anchoa durante dos meses a partir de abril bajo la supervisión de los científicos y de la Comisión Europea. Ambos senadores coincidieron en que esta decisión de la UE no ofrece garantías, ya que parte de las capturas de la flota pelágica francesa podrá comercializarse "de forma encubierta".

La ministra explicó que la campaña experimental tiene como "único objetivo" examinar la situación del caladero y evaluar el estado de la anchoa en el Golfo de Vizcaya, y recordó que la Comisión "podrá suspender la pesca en el momento en que se considere que los datos obtenidos son suficientes". El acuerdo de la UE establece una veda de la anchoa hasta mediados de 2007, aunque permite que 20 barcos españoles y ocho franceses realicen capturas con fines científicos y después vendan esas anchoas, lo que provocó una fuerte contestación del sector pesquero afectado.

Espinosa subrayó que la delegación española "consultará" a Bruselas si se puede impedir la venta de las anchoas recogidas en la campaña científica y planteará una "mayor coordinación" entre los organismos científicos de España y Francia. El senador Bravo dijo que la ministra "pasará a la historia como la responsable de la extinción de la anchoa".

El presidente de las cofradías de pescadores de Guipúzcoa, Jaime Tejedor, acusó a la titular de Pesca de "llegar tarde y mal": "No nos fiamos del ministerio. Ahora dice que quiere impedir la venta de anchoa cuando sabe que eso es imposible. ¿Por qué no defendió esta postura en el Consejo de Ministros europeo de diciembre, en lugar de ceder ante Francia?", se preguntó.

Tejedor alertó de que en primavera "puede haber guerra" porque "los 180 barcos españoles que se quedan en el puerto no se van a quedar con los brazos cruzados si los franceses hacen negocio con la anchoa".