Madrid obliga a una ONG a dejar de gestionar una casa de acogida

La Comunidad de Madrid obligó ayer a la asociación Nuevo Amanecer a rescindir el contrato por el que gestionaba una casa de acogida a mujeres maltratadas en la capital, después de que siete residentes denunciaran el jueves pasado que en el centro recibían continuos insultos y comida en malas condiciones.

Una portavoz de la Consejería de Empleo y Mujer -que tutela en Madrid a 355 víctimas de violencia machista- explicó ayer que propusieron a la asociación que desistiera del contrato "por la seguridad de las víctimas y para que la situación no genere más conflicto". Según su versión, Nuevo Amanecer, una organización ligada a la Iglesia Evangélica aceptó romper el contrato y abandonar la gestión de las instalaciones. Las 11 mujeres y 15 menores que residen en el centro serán trasladados ahora por la consejería a plazas en pisos tutelados y centros de emergencia de la región.

La directora del centro, Milagros Rodríguez, se negó ayer a ofrecer ninguna información sobre lo ocurrido y declinó confirmar si la asociación había desistido del contrato por voluntad propia. Una de las denunciantes, que prefiere mantener el anonimato, aseguró que, desde que la Dirección de la Mujer ha tomado cartas en el asunto, reciben mejor trato.