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Entrevista:PILAR ELÍAS | Concejal del PP en Azkoitia | La lucha contra el terrorismo | Manifestación en Madrid

"No hay nada que negociar con ETA"

El marido de Pilar Elías, Ramón Baglietto, fue asesinado por ETA el 13 de mayo de 1980 en la localidad guipuzcoana de Azkoitia. Uno de los asesinos, Kandido Azpiazu, tras cumplir condena, abrió una cristalería justa debajo del domicilio de la viuda de Baglietto, lo que hace la situación mucho más difícil para ella. Pilar Elías es en la actualidad concejal del Partido Popular en Azkoitia.

Pregunta. ¿Cree que las víctimas pueden conseguir algo con estas manifestaciones?

Respuesta. Ojalá pudiéramos lograr algo. Pero no soy optimista.

P. ¿Considera que el Gobierno sigue negociando a pesar de que dijo que el proceso estaba roto?

R. Sí, sí. Para mí está más claro que el agua. No me fío nada de este Gobierno.

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P. ¿Y cuál puede ser la solución para acabar con ETA?

R. Lo que hace falta es que nos unamos todos, que haya un acuerdo de los partidos políticos y que se acorrale a estos asesinos. Que exista una unión como la que había antes. En la situación actual no se consigue nada.

P. ¿Hay algo que se pueda negociar con ETA?

R. No hay nada que negociar con esos asesinos. Aquí no hay ninguna guerra, así que ése no es el problema. Lo que tienen que hacer es entregar las armas que tengan y que pidan perdón a las víctimas. No hay que negociar nada más.

P. ¿Escuchará el presidente del Gobierno a los participantes en esta manifestación?

R. Ojalá el Gobierno de Zapatero nos escuche. Esta manifestación es para eso, para que se den cuenta y para que consigamos la paz de verdad. Pero no a medias tintas, como anda el Gobierno, jugando por detrás. Así no puede ser.

P. ¿La vida en el País Vasco es ahora más difícil?

R. La vida es mucho más difícil que hace un par de años. En este momento sí, porque esa gente van como envalentonados. Antes sabíamos que estaban allí, pero tú podías ir por la calle, cuidándote eso sí. Había una unión con el PSOE, estaban acorralados... Pero esto les ha dado alas. ¿Y quién tiene la culpa? Ahora nos hemos quedado más solos que la una.

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