La gran coalición se consolida en Alemania tras aprobar la polémica reforma sanitaria
El fisco alemán elevará hasta 14.000 millones al año su aportación a la Seguridad Social
La abrumadora mayoría de diputados de la gran coalición permitió aprobar ayer en el Parlamento Federal (Bundestag) en Berlín la reforma del sistema del seguro de enfermedad alemán. Votaron contra la reforma 43 diputados de la coalición de gobierno, 23 democristianos y 20 socialdemócratas. La reforma aprobada, que entrará en vigor el 1 de abril tras su aprobación el próximo día 16 en la segunda Cámara, el Bundesrat, apuntala la gran coalición, que no habría soportado un fracaso de la que, con ironía, se había llamado "la madre de todas las reformas".
La larga marcha hasta la aprobación de la reforma en el Bundestag duró varios meses y consiguió desatar las iras de todos los afectados: médicos, boticarios, cajas de la seguridad pública, seguros privados, sindicatos y patronos. En medio, los afectados, unos usuarios sumidos en la perplejidad, porque más de un 80% confiesa no entender nada. Los socios de coalición, democristianos y socialdemócratas, se tiraban una y otra vez los trastos a la cabeza porque partían de concepciones opuestas y muy difíciles de hacer compatibles en un proyecto de ley aceptable para ambas partes.
"Fue un embarazo difícil", reconoció la canciller, la democristiana Angela Merkel. Los diputados de la coalición votaron a favor más por disciplina de partido y por temor a poner en peligro al Gobierno que por convicción.
Los tres partidos de oposición se cebaron en sus críticas. El presidente de los liberales, Guido Westerwelle, acusó al Gobierno de abrir el camino a la medicina estatal, el socialismo de las cajas de seguros y la economía planificada. La portavoz de Los Verdes, Renate Kunast, acusó a la gran coalición de doblar la rodilla ante los cabilderos de la industria sanitaria. El dirigente del Partido de la Izquierda, Gregor Gysi, habló de "medicina clasista".
La reforma trata de poner orden en el caos administrativo de la medicina en Alemania, con unas 250 cajas públicas en las que están inscritos la gran mayoría de los asegurados, y los seguros privados, con unos ocho millones de afiliados, y unas 300.000 personas que no están aseguradas.
Se busca asegurar unas prestaciones similares para todos y tratar de reducir costos, lo que parece una tarea de ciencia-ficción. Ya se han anunciado nuevas alzas en las cuotas para este año, que subirán por encima del 15% que pagan a medias los empresarios y los asalariados.
Prevé la reforma que todos los residentes en Alemania estén asegurados a partir de 2009. Se crea un fondo desde 2009 al que contribuirán los empresarios y asalariados con sus cuotas, además de los fondos procedentes de la recaudación fiscal. Las cajas reciben, según su número de afiliados, una cantidad procedente de una cuota uniforme en todo el territorio federal que fija el Gobierno y pagan los asegurados.
El fisco, con dinero de los impuestos, financiará de forma creciente las cajas. La aportación fiscal este año y el próximo se eleva a 2.500 millones de euros y se incrementará cada año en 1.500 millones hasta llegar a 14.000 millones. Las prestaciones de las cajas mejoran en algunos puntos, como las curas de rehabilitación de la salud, que tendrán que cubrir obligatoriamente, y también las vacunas. En cambio, no tendrán que pagar los gastos derivados de complicaciones surgidas en operaciones de cirugía estética, tatuajes o perforaciones para anillos o pendientes.
Los enfermos están obligados a someterse a los controles de salud en enfermedades como diabetes, presión arterial o cáncer. Si no lo hacen y enferman, podrán tener que pagar una cuota más alta.
Los farmacéuticos tendrán que conceder a las cajas de seguridad un descuento de 2,30 euros por medicina vendida, en vez de dos euros como hasta ahora.
'GRAN SEGURO' DE ENFERMEDAD
Empresarios y asalariados pagarán cuotas más altas
El fisco financiará de forma creciente a las cajas del seguro de enfermedad
Se cubrirán los gastos de rehabilitación y las vacunas, pero no las curas por complicaciones por cirugía estética o tatuajes
Los enfermos crónicos que rechacen someterse a los controles obligatorios tendrán que pagar
cuotas más elevadas
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