Un atentado suicida golpea de nuevo Israel
Un terrorista palestino mata a tres personas en una panadería tras nueve meses sin ataques
"He ordenado al Ejército intensificar las operaciones contra la infraestructura terrorista en Cisjordania", afirmó anoche el ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, a raíz del primer atentado suicida palestino en Israel en los últimos nueve meses y que provocó la muerte de tres personas en la ciudad sureña de Eilat, a los pies del mar Rojo. El jefe del Gobierno, Ehud Olmert, que hoy se reunirá con la cúpula militar, avisó: "Seguiremos sin pausa nuestra lucha contra los terroristas. La calma era engañosa ya que en los últimos meses las fuerzas de seguridad han evitado muchas acciones terroristas". De momento, Olmert y Peretz descartan romper la tregua en la franja de Gaza, pactada en noviembre, así como escuchar al Ejército que pide mano dura.
Nueve meses de aparente calma en territorio israelí (exceptuando el periodo de la guerra en Líbano) hasta que ayer a las 9.40 (una hora menos en la España peninsular), el joven palestino Mohamed Al Sijsij, de 21 años y del barrio Saajia de Gaza, entrara en una panadería en Eilat, activara su cinturón de cinco kilos de explosivos, suicidándose y llevándose consigo a tres israelíes.
El brazo armado del grupo integrista Yihad Islámica, las milicias vinculadas a Al Fatah y un desconocido grupo llamado Ejército de los Creyentes asumieron la autoría de un atentado que sorprendió por el escenario elegido, la localidad turística de Eilat (situada en el vértice del triángulo Israel-Egipto y Jordania) y que hasta ayer nunca había sido víctima del terrorismo suicida. Según todos los indicios, el hombre bomba llegó desde el Sinaí egipcio, cerca de la frontera con Israel. La policía detuvo a un palestino, sospechoso de ayudarle a cometer el atentado.
Yithzak Halevy, el desbordado alcalde de una ciudad que vive sólo del turismo, aseguró que "la imagen internacional de Eilat como centro de diversión, ocio y submarinismo no será dañada". "Tres muertos es un triste balance pero se ha evitado una matanza, ya que el terrorista quería explotarse en un centro comercial de la ciudad", estimó. El inspector jefe de la policía, Moshé Karadi, que ordenó elevar el nivel de alerta en todo el país, confirmó que "el destino de la bomba era la zona de los hoteles, donde está la mayoría de turistas. El terrorista vio que levantaba sospechas y decidió en el último momento cambiar de planes y explotarse en el primer lugar".
Una mochila roja
Y ese primer lugar era la panadería Lehamim (panes en hebreo). Cinco minutos antes de la explosión, varios ciudadanos le vieron "caminar de forma sospechosa y con una mochila roja en la espalda", según Beny, un veterano de Eilat que no recuerda ver escenas tan duras desde la guerra de 1973.
Traumática jornada también para Yosi Voldinsky, general en la reserva y que trabaja en Eilat. Por la mañana vio al joven palestino que hacía autostop y le llevó hasta la zona de la panadería. Enseguida se dio cuenta. "Me pidió que le llevara a Haifa, que está en la otra punta del país. Ya me pareció muy extraño. Luego me dijo ir a la zona de los hoteles en Eilat. Su hebreo era raro y su apariencia, con un grueso abrigo rojo en un día soleado, hicieron que sospechara inmediatamente. Se le veía muy nervioso. Le dije que se bajara del coche y enseguida avisé a la policía. Pero no llegaron a tiempo y al cabo de unos minutos escuché una fuerte explosión", afirmaba ayer, antes de reconocer angustiado: "Ahora no dejo de hacerme preguntas sobre si hubiera podido hacer algo más para evitar el atentado".
Pese a que portavoces de la yihad aseguran que el suicida llegó desde Jordania, fuentes de los servicios secretos internos confirmaron a EL PAÍS que Sijsij salió de Gaza, desde el paso fronterizo de Rafah, y consiguió penetrar en Israel a través del Sinaí. Y añadieron: "Desde hace tiempo avisamos de que la frontera en la zona de Eilat es usada para el contrabando de armas y droga; y ayer el producto transferido fue un hombre bomba". El ministro de Interior, Avi Dichter, pidió a Egipto que refuerce la frontera "para evitar más atentados". En 2006, las tropas israelíes interceptaron a un centenar de milicianos que intentaban infiltrarse desde la frontera egipcia.
Ante posibles represalias militares israelíes, Yihad Islámica avisó de que "cada operación israelí tendrá una respuesta dolorosa. El único diálogo posible con el ocupante es a través de las bombas". La Yihad asegura que el atentado tiene como objetivo evitar los últimos enfrentamientos armados entre los milicianos de Hamás y Al Fatah. "Es nuestro mensaje a los palestinos. Hay que poner fin a los choques internos y dirigir las armas contra las fuerzas de ocupación que causan dolor al pueblo palestino", afirmó un portavoz del brazo armado del grupo islamista.
Ahmed Abdul Rahman, de Al Fatah, se desmarcó: "Estamos contra cualquier operación cuyo objetivo sean civiles, israelíes o palestinos". El dirigente islamista de Hamás, Fawzi Barhum, fue más comprensivo con el atentado y lo consideró "parte de la legítima resistencia palestina contra la ocupación". Hamás lo puso como ejemplo para el futuro. "Los ataques contra Israel son preferibles a los enfrentamientos entre nosotros. Lo correcto es que las armas de Al Fatah se dirijan contra la ocupación y no contra Hamás".
El atentado no sorprendió en el hogar del suicida en Gaza. Ayer por la tarde, su casa se llenó de visitantes y alabanzas. "Mohamed se fue de casa hace tres días. Sabíamos que iba a realizar una operación contra Israel para convertirse en shahid (mártir). Nuestros padres y toda la familia rezamos para que tuviera éxito. Y ahora estamos muy contentos y orgullosos porque se ha convertido en un héroe", confesó Naem, el hermano del palestino que rompió la calma de Eilat.
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