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El alcalde de Reus teme ataques xenófobos a la concentración de marroquíes

La policía municipal de Reus (Baix Camp) ha reforzado la vigilancia en el entorno de la plaza de Mercadal ante la manifestación que el colectivo de inmigrantes magrebíes llevará a cabo esta tarde, en protesta por la muerte de un ciudadano de origen marroquí el pasado lunes durante una detención policial. "Tenemos que garantizar que pueda desarrollarse con toda normalidad", señaló el alcalde, Lluís Miquel Pérez (PSC), que mostró ayer su preocupación por la posibilidad de que grupos radicales acudan a la ciudad a "provocar incidentes" de tintes xenófobos.

Varios agentes de la policía local reusense patrullan desde ayer por la plaza de Mercadal, donde también estuvieron aparcados a lo largo del día dos vehículos policiales. El edificio consistorial, a pie de la plaza, estaba ayer custodiado por una pareja de agentes, un hecho también inusual en la capital del Baix Camp. "Nos preocupa la interferencia de terceros", indicó Pérez.

De hecho, no sería la primera vez que Reus es escenario de conflictos xenófobos. Durante el primer trimestre de 2004, la comunidad islámica de Reus tenía su oratorio en el céntrico barrio del Carrilet, y la comunidad de vecinos organizó manifestaciones contra este local. En el barrio aparecieron carteles de formaciones de ultraderecha y pintadas de carácter xenófobo, probablemente de grupos de fuera de la ciudad que aprovecharon la exaltación en Reus para hacerse publicidad. Sin embargo, durante estas manifestaciones vecinales contra la mezquita del Carrilet pudieron oírse proclamas racistas.

Manifestación silenciosa

El Ayuntamiento mantuvo ayer un encuentro con representantes de los manifestantes y les ofreció garantías de que la concentración podrá llevarse a cabo con normalidad. Se tratará de una concentración silenciosa, frente al Ayuntamiento, en la que la comunidad magrebí pedirá el esclarecimiento de la muerte de Benaissa E. Y., fallecido el pasado lunes durante una operación policial en la que participaron Mossos d'Esquadra y efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, que acudieron para poner fin a una pelea callejera entre tres magrebíes que había denunciado un vecino. La policía autonómica sostiene que el fallecido, de 39 años, sufrió un ataque epiléptico y que murió a consecuencia de eso. De hecho, la víctima tenía antecedentes de epilepsia, trastornos mentales y consumía estupefacientes, aunque su familia no ve tan clara la versión policial y ha decidido ejercer la acusación particular en las diligencias para aclarar el caso que ha abierto el juzgado número 3 de Reus.

El colectivo de magrebíes de Reus ha acumulado denuncias contra varios cuerpos policiales por supuestos malos tratos y considera que la presencia policial pudo haber actuado de desencandenante del ataque de corazón que sufrió Benaissa E. Y.

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