"No es ciencia ficción que la mitad de Bilbao puede inundarse"
Xabier Caño (Bilbao, 1977) es desde septiembre pasado el nuevo director de la sociedad pública ambiental Ihobe, puesto que compagina con el de responsable de la Oficina Vasca contra el Cambio Climático, creada hace un año por el Departamento de Medio Ambiente.
Pregunta. Está al frente de las actuaciones contra un asunto de moda, el cambio climático. ¿Cómo lo ve?
Respuesta. La oficina pretende coordinar las políticas de cambio climático del Gobierno vasco. Para mayo tendremos el borrador definitivo del plan.
P. ¿Y cuáles son las líneas generales?
R. Hemos hecho un diagnóstico. La segunda fase es la elaboración de un escenario de las emisiones de gases de efecto invernadero [los principales causantes del cambio climático] hasta 2012. La tercera, es la identificación de objetivos y las medidas en cada sector afectado por el cambio climático. La cuarta fase es la puesta en marcha del plan en el plazo 2007-2012.
"Los efectos del cambio climático se van a ir produciendo en la comunidad autónoma. Lo que no sabemos es en qué lapso de tiempo"
"En los casos de afecciones a vecinos causadas por industrias, hay que obligar a la empresa a adoptar medidas en un plazo determinado"
P. Deduzco que habrá medidas novedosas...
R. Sí. No será una mera recopilación de las que están en marcha. Especialmente, será en ámbitos donde no se ha hecho nada, como el domiciliario, e incidir más en políticas energéticas y transporte.
P. ¿Se puede anticipar alguna medida?
R. Iremos más allá de lo planificado, sobre todo en la energía y transporte. Por ejemplo, aumentar el objetivo de la energía obtenida a través de las renovables.
P. ¿Hay alguna actuación concreta sobre los ciudadanos?
R. El criterio claro es el consumo sostenible, como reducir los consumos energéticos, que están absolutamente disparados en muchos casos. Y el uso del transporte privado, que suponga más empleo del transporte compartido y el público. Estoy de acuerdo en que hay que poner los medios y que la responsabilidad es compartida entre el ciudadano y las administraciones.
P. Lo preocupante es que el sector energético, el que causa más emisiones de gases de efecto invernadero, las ha cuadruplicado en 15 años.
R. Es un dato real y es muy preocupante. Hay tres razones: la apuesta decidida del Gobierno por el autoabastecimiento energético, que supone generar más electricidad e importar menos; la persistencia de las centrales térmicas de Pasajes y Santurtzi, que contaminan más, y la proliferación de centrales de ciclo combinado. La consejera [Esther Larrañaga] ha pedido un cierre progresivo de las térmicas en un plazo determinado.
P. Informes internacionales hablan de zonas costeras inundadas en los próximos decenios por el cambio climático. ¿Hay una estimación sobre Euskadi?
R. Es una de las líneas de actuación del plan. Hay algún estudio sobre la cornisa cantábrica, pero no tenemos una foto de la comunidad autónoma.
P. En Euskadi, con mucha población en la costa, existe un riesgo evidente.
R. Durante un tiempo vamos a convivir con los efectos del cambio climático. Si no adaptas políticas previas, existe un riesgo directo sobre la salud de las personas y el ecosistema.
P. La posibilidad de que municipios costeros o la mitad de Bilbao quedasen inundados ya no es ciencia ficción.
R. Efectivamente, no es ciencia ficción y esos efectos se van a ir produciendo. Lo que no sabemos es en que lapso de tiempo. Hemos elaborado un estudio de los costes de inundabilidad en la zona de Bilbao, que será presentado próximamente. Utilizamos la metodología que usó el Gobierno británico.
P. Con estas perspectivas, ¿no debería existir una prohibición total de urbanizar cerca de la costa, incluso en zonas declaradas urbanizables?
R. No sé si una prohibición o no, pero sí tengo claro que en los documentos de planificación urbanística y de ordenación del territorio hay que introducir la variable del cambio climático. Se necesita una política diferente a la de hasta ahora.
P. Con respecto a Ihobe, ¿cuáles son las prioridades?
R. Las áreas temáticas principales son los suelos contaminados, el cambio climático, la directiva IPCC, que afecta a 300 empresas, y Udal Sarea 21, la red de municipios por la sostenibilidad, que llega ya al 98% de la población.
P. Algunos colectivos ecologistas acusan a Ihobe de permitir urbanizaciones sin descontaminar totalmente el suelo.
R. Había escuchado muchas acusaciones, pero ésa no. Lo que si digo es que la revisión de cada expediente de suelos contaminados es concienzuda.
P. Persiste la eterna duda, defendida por los ecologistas, sobre lo que se deposita en los vertederos.
R. Desde la inspección no llegamos a todas las infraestructuras, pero creo que no es nada habitual que se viertan sustancias tóxicas o no permitidas en los vertederos. Ha podido ocurrir en alguna ocasión, pero en los últimos años no hemos tenido ningún caso. Estamos incidiendo en que los vertederos vayan asumiendo cada vez más garantías medioambientales.
P. Todavía hay casos sin resolverse de afecciones medioambientales a vecinos por ruidos o emisiones.
R. Creo que con las instalaciones industriales responsables de estas afecciones hay que establecer un plan que obligue a la empresa a adoptar medidas para reducir el impacto en un plazo determinado. Y, a la vez, implicar a todos los agentes, al ciudadano y también al municipio. Hay que evitar que determinadas situaciones se enquisten.
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