_
_
_
_
_
Fin de semana
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Volver al pasado

La memoria del pasado es motor necesario para el desarrollo coherente de la Humanidad. Una de las herramientas más propicia para llevar a buen término este tipo de procesos es la fotografía. A ella recurre Begoña Zubero (Bilbao, 1962) desde hace algunos años. En esta ocasión, presenta un nuevo proyecto en la sala de la Fundación BBK. Lo ha titulado Existenz. Es una colección de imágenes fotográficas, tomadas en varios países de Europa, de espacios públicos que han sido testigos de acontecimientos relevantes de la historia del siglo XX. El documento plasmado sobre papel va más allá del simple registro mecánico. El ojo de la autora penetra en los acontecimientos que allí sucedieron a través de esculturas, objetos, arquitectura. Si a ello añadimos su peculiar manera de componer y un significativo uso del blanco y negro, nos encontramos que su trabajo despierta los más oscuros recuerdos.

Las fotografías se han centrado en dos grandes escenarios, uno creado por la ideología fascista y otro por la utopía comunista. Dos planteamientos que, según la autora -y es lo que pretende poner en evidencia con este trabajo-, comparten la duda sobre "la capacidad de autodeterminación individual".

Encontramos en este camino fotografías de lugares de Roma dominados por una arquitectura de estilo tremendista. Así es el espacio construido para la Expo de 1942 o el Estadio Olímpico, con su espectacular serie de tallas atléticas. Alemania se representa en Berlín con el aeropuerto de Templehoff, una de las mayores obras llevadas a cabo por los nazis, o por las oficinas de la Stasi, policía política del régimen comunista de la RDA. No faltan, como colofón y homenaje a la innovación artística, los edificios de la Bauhaus en Dessau.

Otra de las etapas es Polonia. En esta ocasión, debido a la destrucción sistemática que sufrió Varsovia, los restos arquitectónicos son casi inexistentes. La fotógrafa trata de recuperar el pasado a través de las gentes en su vida cotidiana.

Moscú ofrece otro de los testimonios. Aquí el protagonismo de la imagen humana cede ante espacios y estructuras de hormigón. Arquitectura de vanguardia años 30 y megalomanía estalinista se mezclan de manera chocante con espacios abandonados que causan auténtico dolor.

El recorrido termina en Armenia. En esta antigua república soviética los aparatosos y estrictos conceptos de la época comunista chocan frontalmente con atisbos de la cultura oriental instalada en el Cáucaso desde un pasado inalcanzable. Una interesante exposición que llama a una serena reflexión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Existenz, espacios silenciados. Begoña Zubero. Aula de Cultura BBK. Elcano, 20; Bilbao. Hasta el 14 de febrero. Horarios: de lunes a sábados, de 10.00 a 13.30 y de 17.00 a 21.00; domingos y festivos, cerrado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_