Ayuntamiento y Barça aproximan posturas para la ampliación del estadio de fútbol

De momento se enfoca la ampliación del estadio del FC Barcelona con un plan especial sobre la mesa; el derribo del Miniestadi y del Palau Blaugrana para obtener un rendimiento económico queda, por ahora, aparcado. Ése fue el resultado de la reunión mantenida ayer entre la concejal de Urbanismo, Assumpta Escarp, y un miembro de la directiva del club de fútbol. Fue, además, un encuentro para aclarar malos entendidos entre el consistorio y el Barça, que tiene cierta premura en sacar adelante su idea de crecer más. Y, de paso, mejorar sus cuentas.

Ampliar el estadio del Barça, que tiene 98.000 localidades, en 15.000 más no se puede hacer pidiendo una simple licencia. El club debe presentar un proyecto en forma de plan especial, lo que hasta ahora no ha hecho. De eso, básicamente, trataron ayer la concejal Escarp y Joan Franquesa, de la junta directiva del club.

No es que concretaran mucho más, excepto que a partir de este momento serán los técnicos que proponga el club, junto con los servicios de Urbanismo y los del área de Movilidad, los que afinen la propuesta para empezar a trabajar en el plan especial, señalaron fuentes municipales. Es una planificación urbanística que requiere un tiempo. Se tiene que presentar un proyecto, después someterlo a un periodo de exposición pública para dar oportunidad a la presentación de alegaciones, después estudiarlas para incorporarlas o no y, finalmente, aprobarlo.

Y una de las cuestiones que en este caso preocupan más al propio club, pero especialmente al Ayuntamiento y a los vecinos del entorno, es el impacto que pueda tener la ampliación de 15.000 localidades en la movilidad, porque los días de partido la convivencia entre el club y los residentes se vuelve imposible por la invasión de vehículos.

En cuaquier caso, si el club convoca un concurso internacional de ideas para la redacción del proyecto también supondrá cierto lapso de tiempo, puesto que el periodo de esas convocatorias suele ser de dos a tres meses.

Así las cosas, este mandato municipal expirará sin que se haya desencallado la reforma proyectada por el club. Algo que fuentes municipales reconocen que se prefería no enfocar en la recta final y con las elecciones a la vuelta de la esquina. Especialmente porque el propósito del club de levantar un hotel y pisos en el territorio actual supone necesariamente una recalificación urbanística, ya que es terreno de equipamientos.

De hecho, responsables de Urbanismo, del distrito de Les Corts y el propio alcalde, Jordi Hereu -que vivió en primera persona la polémica del Barça 2000 de Núñez porque era entonces el regidor de Les Corts-, reiteraban en los últimos meses que una cosa era ampliar el estadio y otra, distinta, modificar los usos y trocar las actuales instalaciones deportivas en hotel y pisos. Sobre todo porque en esta ocasión -no como ocurrió hace ahora siete años-se quiere poner especial atención a las demandas de los residentes. Y de la propia ciudad.