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El centro único de emergencias abre con tres años de retraso

El coste de la instalación, prevista para 2004, pasó de 8 a 21 millones

Pilar Álvarez

Desde un accidente doméstico a un atentado. En el nuevo centro único de emergencias de Madrid, en el distrito de Salamanca, se coordina desde ayer el trabajo de todos los efectivos municipales de seguridad. Pero abrir las nuevas instalaciones ha resultado más costoso y lento de lo previsto. El Ayuntamiento anunció en 2003 que inauguraría en un año la sala de crisis por 8,2 millones, que cuatro años después se han convertido en 21 millones.

La sala principal del Centro Integral de Seguridad y Emergencias de Madrid (Cesim) se parece a las de las películas de catástrofes, ésas donde trabajadores de la NASA toman la decisión en el último segundo. Una gran pantalla llena de imágenes y datos en movimiento ocupa la pared del fondo, donde miran las 36 mesas equipadas con tres pantallas de ordenador y varios teléfonos. En ellas trabajan desde ayer efectivos de todos los cuerpos de seguridad municipales para coordinar desde la actuación en un accidente de tráfico al protocolo que hay que seguir en un atentado.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró ayer esta gran sala de gestión de emergencias ubicada en la plaza de Manuel Becerra. Su construcción y equipamiento, adjudicado a la empresa Indra, ha triplicado el coste previsto hasta alcanzar los 21 millones de euros.

A la presentación acudió también el concejal de Seguridad, Pedro Calvo, que ya en 2003 anunció que la vieja sede del parque 2 de bomberos albergaría en menos de un año un edificio de siete plantas con la primera sala de gestión de emergencias de la capital. El presupuesto previsto entonces ascendía a 8,2 millones, según publicó este periódico el 2 de julio de 2003.

Un portavoz municipal rechazó ayer que el Ayuntamiento anunciara esa cifra. El presupuesto, según explicó la citada fuente, ha pasado de 17,4 millones a 21, por "mejoras incorporadas sobre la marcha" en la tecnología empleada.

Desde la nueva sala se coordinan las actuaciones en Madrid de los bomberos, agentes de Movilidad y personal del Samur-Protección Civil, la Policía Municipal, ya instalados allí durante el atentado de ETA del pasado 30 de diciembre. Todos emplean los mismos mapas y atienden las mismas órdenes, en lugar de actuar por separado. En las instalaciones también trabajará un agente del Cuerpo Nacional de Policía, que será el enlace con la sala del 091 para los casos en los que se requiera su colaboración.

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El centro de seguridad recibe las imágenes de todas las cámaras de seguridad municipales instaladas en la calle. El Ayuntamiento quiere firmar convenios con Metro de Madrid, estadios de fútbol o superficies comerciales para poder usar los datos de sus sistemas de seguridad privados en caso de incidente.

El concejal socialista Ramón Silva acusó ayer a Gallardón de "expropiar" a los bomberos al "hacer desaparecer" la torre de maniobras y parte de las cocheras para construir el nuevo edificio. El edil acusó a los responsables municipales de no enseñar a la prensa las instalaciones de los bomberos durante la inauguración, "para que no vean las pésimas condiciones de instalaciones como el almacén, los sótanos y el gimnasio".

Al siniestro en 30 segundos menos

Si usted se ve implicado en un accidente, lo normal es que llame al teléfono de emergencias, el 112. Si lo hace en Madrid, le atenderán desde el centro de la Comunidad ubicado en Pozuelo de Alarcón. Hasta aquí la secuencia es igual que antes de la puesta en marcha del Cesim, el centro único de emergencias que sustituye a las viejas salas de control, separadas física y tecnológicamente.

Pero, a partir de ahora, los datos que facilite al operador aparecerán directamente en la pantalla frontal de la sala. "Con esa operación se pasa de los 40 segundos que tardaba antes el 112 en avisar a menos de 10. Ganamos 30 segundos", explicó ayer Pablo Escudero, director de Seguridad. "En un accidente los primeros minutos son vitales", añadió.

Policías, bomberos, trabajadores del Samur- Protección Civil y agentes de Movilidad verán al mismo tiempo dónde ha ocurrido el accidente y podrán evaluar juntos su alcance. Trabajarán además con los mismos mapas digitales que utiliza el 112.

Desde la propia sala, con los datos en la pantalla, decidirán si hay que enviar ambulancias del Samur o si son los bomberos quienes tienen que acudir a un rescate. También se activa desde allí una alarma que avisa al vehículo más cercano al incidente. La hora exacta de su llegada al destino aparece en la pantalla principal, junto al resto de información disponible. En caso de que haya una cámara de seguridad cerca, también estarán las imágenes disponibles.

La sala cuenta con un centro de respaldo y un sistema móvil compuesto por cuatro vehículos equipados con comunicaciones de datos, telefonía móvil, satélite y radio.

El centro dispone de grupos electrógenos para garantizar su funcionamiento en caso de que caiga la red eléctrica. También las conexiones de teléfonos, ordenadores y otros aparatos están distribuidas en tubos duplicados. Si uno falla o es destruido en alguna catástrofe, el otro garantizará su funcionamiento.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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