"Los acuerdos de paz de 1992 dieron libertad para elegir a los gobernantes"
El Salvador puso fin hace 15 años a una cruenta guerra civil (1980-1992) que acabó con la vida de 75.000 personas, en su mayoría civiles, y dejó 8.000 desaparecidos. Hoy, los protagonistas de la firma de los Acuerdos de Paz, el partido derechista en el Gobierno, Arena (Alianza Republicana Nacionalista), y el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), en la oposición, conviven bajo el manto de la democracia y se reparten casi por igual las alcaldías salvadoreñas. Una convivencia que, según Francisco Laínez, ministro de Exteriores de El Salvador, refleja el legado del proceso de paz: "Libertad para elegir a los gobernantes". Y añade: "La convivencia con la izquierda [FMLN] forma parte de la democracia y demuestra que los Acuerdos de Paz han funcionado muy bien".
Laínez visitó España la semana pasada para conmemorar la firma de los Acuerdos de Paz, que aseguraron reformas políticas y militares pero no profundizaron en el aspecto social: 3.762 homicidios en 2006 y una tasa de inmigración del 25%. Los salvadoreños se enfrentan hoy a otro tipo de guerras: ser el país latinoamericano más violento y con mayor índice de inmigración. Laínez afirma que "hay que definir que la violencia que existe ahora es diferente a la de hace 15 años y que ahora es debido al problema de las maras (pandillas juveniles). Por eso, debe ser enfrentado de forma integral, con programas de prevención, rehabilitación y combate. Pero, sobre todo, hay que reconocer que el tema de la violencia callejera es un fenómeno social muy complejo y delicado, que se debe analizar con profundidad".
Miembro de Arena desde su fundación, Laínez, de 45 años, cree que los Gobiernos no se pueden definir por las ideologías y al hablar sobre el giro que están dando los Gobiernos latinoamericanos hacia la izquierda señala: "Más que tratar de segmentar los países entre derecha e izquierda, debemos ver si los Gobiernos responden a las necesidades de sus electores. Hay dos tipos de izquierda: una sumamente responsable y democrática y otra que causa preocupación a nivel internacional".
España fue uno de los países que auspició el Acuerdo de Paz de 1992 junto a los Países Amigos (México, Venezuela y Colombia) y Naciones Unidas. Por ello, Laínez siente la obligación de compartir la experiencia del proceso de paz salvadoreño con los españoles en materia de terrorismo: "Cada país tiene sus particularidades que los hacen diferentes, no puedo hacer juicios de valor [sobre ETA] pero la respuesta debe estar dentro del país y la vía del diálogo y el consenso deben ser la única solución".
En cuanto a la integración centroamericana, Laínez la valora positivamente: "Europa es un ejemplo". Sobre los acuerdos de libre comercio con EE UU, afirma que son beneficiosos y que las ayudas a las pequeñas empresas para hacerlas más competitivas permitirán la entrada en otros mercados, como el asiático.
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