Aire para Air Madrid
El Ministerio de Fomento ultima un acuerdo con el grupo alemán LTU para que éste se haga cargo de la mayor parte de la plantilla de la aerolínea española y asuma las rutas que ésta operaba. Es un acuerdo al margen de los gestores y accionistas que han llevado a Air Madrid a la suspensión operativa y al borde de la quiebra económica por sus múltiples irregularidades, puesto que LTU descartó la compra directa de la empresa. Supone, de algún modo, una refundación del proyecto sobre nuevas bases y sin las hipotecas que han hecho fracasar al anterior. LTU busca socios locales para dar mayor consistencia a la iniciativa.
El acuerdo supone una buena noticia tanto para los trabajadores de Air Madrid como para los pasajeros abandonados por la compañía. El compromiso de recolocación afecta al 52% de la plantilla total y al 69% de la fija, o a porcentajes aún mayores si se tiene en cuenta que, ante la crisis, algunos trabajadores ya han empezado a abandonar la empresa y buscar otros empleos. El proyecto de LTU, si llega a cuajar, nacerá con menos cargas que una reflotación de Air Madrid con un plan de viabilidad elaborado por aquellos que han llevado la compañía al abismo, y que -en el improbable caso de que pudiera ponerse en marcha- podría tener a medio plazo un coste aún mayor en términos laborales para los empleados.
En cuanto a los pasajeros, una vez se concrete el acuerdo, podrán hacer uso de sus billetes con el pago de un suplemento de 250 euros por trayecto, sin que eso suponga la renuncia a exigir compensaciones y responsabilidades a Air Madrid. Es un pago adicional con el que probablemente no contaban -y que con razón los usuarios abonarán con disgusto-, pero se trata de una alternativa realista mucho más barata que las disponibles a precio de mercado, en particular para quienes sólo tenían un trayecto pendiente.
El acuerdo llega apadrinado por el Ministerio de Fomento, que cometió algunos errores en la gestión de la crisis, pero que ha tenido el acierto de asumir la responsabilidad de buscar soluciones para los más directamente afectados. Las aerolíneas competidoras han mostrado ciertos recelos y han dicho que estudiarán la legalidad del acuerdo una vez se cierre y se conozcan con detalle sus extremos. La demanda de derechos de vuelo (slots) punto a punto entre España y Latinoamérica no es muy alta, lo que debe facilitar el acuerdo, pero la asignación de los mismos a Air Madrid debe respetar la legalidad en cuanto a procedimiento y evitar la discriminación de otros posibles interesados.
