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Los elevados precios y la subida de tipos desaceleran la venta de viviendas usadas

El sector inmobiliario acumula un 'stock' de 30.000 viviendas en espera de comprador

Las vacas flacas se acercan al hasta ahora boyante mercado inmobiliario. Según cálculos del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia, el sector acumula en toda la Comunidad Valenciana en los últimos meses un stock de unas 30.000 viviendas usadas. El presidente interino del colectivo, José Ramón Pons, achaca el enfriamiento del mercado al elevado precio que han alcanzado los bienes inmuebles y a la subida de tipos del interés. Una de las consecuencias más inmediatas es el aumento del tiempo que se tarda en cerrar las ventas.

Si cuando pasea por su localidad decide fijarse, es muy probable que observe carteles de venta o alquiler de pisos en los que antes no había reparado. El mercado inmobiliario ha vivido unos años de euforia que están dando paso, desde hace unos meses, a un periodo valle de mayor tranquilidad. Una evolución que hace que los carteles de venta e incluso los de alquiler permanezcan más tiempo anunciados que hace un año o dos. Distintos expertos inmobiliarios consultados explican, con matices, que los pisos ya no se vende a la misma velocidad. "Hemos llegado a un momento en el que la gente se lo piensa dos veces y ya no compra con la alegría que hace un año o dos", explica Enrique Llopis, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante, que aglutina a 358 profesionales de toda la provincia. "Se está tardando más en vender y se trata de vender más", explica una agente inmobiliaria de la ciudad de Alicante. Los elevados precios que han alcanzado las viviendas y la subida de tipos de interés influyen decisivamente en esta evolución.

"Hasta mediados de 2005 las operaciones de venta se cerraban en un espacio entre dos y cuatro meses; y desde esa fecha, las operaciones se prolongan a veces hasta los ocho meses", explica el presidente interino del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia, José Ramón Pons. El responsable calcula que en toda la Comunidad Valenciana se acumula en los últimos meses un stock de unas 30.000 viviendas usadas. Una estimación de los agentes inmobiliarios que es sólo la punta del iceberg de la desaceleración de las ventas, ya que este colectivo sólo maneja la sexta parte del volumen global del negocio. El resto de operaciones se gestiona en oficinas no colegiadas. Algunos expertos excluyen a la vivienda nueva de esta tendencia.

Otro agente de la ciudad de Alicante subraya que en el mercado "se ven muchos carteles de pisos en venta de segunda mano". Pisos que en muchos casos han querido equiparar sus precios a los nuevos y que se están encontrando con la resistencia del comprador. "La gente ya no está dispuesta a pagar cualquier precio", añade este especialista inmobiliario.

Los expertos apuntan a que esta tendencia se va a consolidar y anticipan que 2007 será un año "lento" para las ventas de pisos. "Hay muchos (carteles) y habrá más", comenta Enrique Llopis, quien marca el inicio del punto de inflexión en mayo del año pasado.

La opinión, en cualquier caso, encuentra matices y no falta quien recuerda que todavía entre el 70% y el 80% de los pisos nuevos se venden sobre plano, al tiempo que defiende que las hipotecas aún están baratas y que las facilidades que las entidades financieras ponen a disposición de los clientes son muy amplias, lo que en la práctica favorece que muchos aún compren pisos con elevados precios. Este profesional asegura que el mercado inmobiliario de pisos nuevos sigue fuerte.

Todos los especialistas preguntados coinciden, por otro lado, en asegurar que los precios de las viviendas no están bajando, ni tampoco se prevé que lo hagan, sino que han estabilizado crecimientos que en los últimos años han sido de dos dígitos. Estos fuertes repuntes parece que, en general, están dando paso a una evolución más moderada.

La tendencia parece general en distintas poblaciones. Un agente inmobiliario de Santa Pola añade, además, que el encarecimiento del nivel de vida en España durante los últimos años está llevando incluso a que algunos extranjeros opten por vender sus viviendas en la costa.

El mercado de alquiler, por su parte, es más incierto. Los especialistas consultados explican que durante años muchos particulares optaron por invertir sus ahorros en la compra de pisos con la intención de alquilarlos posteriormente. Una "equivocación" en su opinión ya que ésta sigue siendo una opción a la que se recurre poco y de forma provisional en un país con cultura de compra en propiedad. Este hecho unido a que los precios, además, no distan mucho en ocasiones del gasto que supone hacer frente a las cuotas de amortización de una hipoteca, complica aún más que se recurra a esta opción.

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