La población andaluza se agolpa en las costas
Andalucía gana 569.024 habitantes en cinco años y los crecimientos se concentran en el litoral
En apenas cinco años, Andalucía ha crecido en 569.024 habitantes -una población equivalente a la de Málaga capital- hasta situarse en 7.973.172 personas, según los datos del último padrón publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, este intenso crecimiento dista mucho de repartirse de manera uniforme.
El coste de la vivienda empuja a sevillanos y granadinos hacia las áreas metropolitanas
282 municipios del interior pierden población, según los últimos datos del padrón
Los municipios del litoral, sobre todo en Málaga y Almería, crecen espectacularmente mientras que cientos de pequeñas localidades del interior, especialmente en las provincias de Córdoba, Granada y Jaén, registran significativas pérdidas de población. También se han producido fuertes expansiones en los municipios de las áreas metropolitanas de Sevilla y Granada, capitales que se estancan o que pierden habitantes, debido al aumento del precio de la vivienda.
Ocho de los 10 municipios andaluces que han experimentado mayores crecimientos absolutos entre el 1 de enero de 2001 y el 1 de enero de 2006 se encuentran en la costa. Se trata de Málaga capital (26.424 habitantes más), Roquetas de Mar (Almería, +24.170), El Ejido (Almería, +20.259), Benalmádena (Málaga, +16.741), Mijas (Málaga, +16.406), Estepona (Málaga, +15.076), Torremolinos (Málaga,+15.070), Marbella (Málaga, +14.672) y Almería capital (+14.315). Los otros dos son Jerez de la Frontera (Cádiz, 14.453 habitantes más), centro industrial y logístico, y Dos Hermanas (Sevilla, +13.801), ciudad satélite de la capital de Andalucía.
La Costa del Sol aglutina el grueso del crecimiento. "El territorio desde Algeciras hasta la costa de Granada es ya un único espacio urbano, muy complejo, en el que se dan muchas actividades económicas distintas. La actividad agrícola está en regresión radical excepto en la zona oriental, mientras que el resto del territorio es un compacto urbano de servicios productivos, sanitarios, educativos, de ocio que actúa como un factor de atracción de población", considera Alfredo Rubio, profesor titular de Geografía Urbana de la Universidad de Málaga. Rubio opina que al tratarse de un espacio único la Costa del Sol "no se debe fraccionar" en tres planes de ordenación del territorio (POT) distintos, como prevé la Junta de Andalucía.
Junto a los grandes crecimientos absolutos, que tienden a ser mayores cuanto mayor es la población, las localidades costeras menores están experimentando enormes alzas relativas debido a la expansión urbanística. Así, Manilva (Málaga) ha pasado de 5.986 habitantes en 2001 a 11.181 en 2006, un aumento del 54% y Vera (Almería) ha crecido un 58% hasta los 11.159 habitantes empadronados.
Otro aspecto que salta a la vista cuando se comparan las cifras del padrón de 2001 con las de 2006 es la expansión de las áreas metropolitanas de las capitales andaluzas. El caso más llamativo se da en Sevilla. La capital de Andalucía apenas ha crecido un 0,3% en el último lustro. Frente a ella, los municipios de la corona de Sevilla, además del caso citado de Dos Hermanas, registran aumentos de entre el 9,4% (Mairena del Aljarafe) y el 45,4% (Espartinas).
En Granada se da una situación similar. La capital ha perdido 5.412 habitantes en cinco años, lo que la convierte en la segunda localidad andaluza que más población pierde, sólo por detrás de Cádiz, que ha pasado de 137.971 habitantes en 2001 a 130.561 en 2006. "Granada está experimentando la primera fase del trasvase de residentes desde la localidad principal a los municipios de su cinturón metropolitano", diagnostica Rubio. La culpa de que los granadinos se refugien en localidades de la Vega como Armilla (4.889 habitantes más), Las Gabias (+4.494) la tiene, según Rubio, el precio de la vivienda en la ciudad de la Alhambra. Lo mismo sucede con el estancamiento de Sevilla capital.
En la provincia de Cádiz, la pérdida de población de la capital -fruto, según Rubio, de la "ausencia de suelo y el deterioro ambiental de la ciudad"- se compensa con los crecimientos de Jerez y de Chiclana (+10.549) y de los municipios del Campo de Gibraltar. Algeciras crece en 7.871 residentes y Los Barrios aumenta en un 20,8% hasta los 20.871 habitantes.
En Huelva, además de la capital, que se sitúa en 145.763 habitantes (+3,1%), la expansión se asienta en la Costa de la Luz, donde destaca el crecimiento de Lepe (+4.198), Aljaraque (+3.991) y Moguer (+3.710).
El asentamiento de la población en las costas y el abandono de los centros urbanos no es inocuo. "Se producen distorsiones graves del territorio. Las ciudades experimentan procesos de degradación por abandono mientras que determinadas zonas urbanas, como los centros de la ciudad, se convierten en espectáculos para el consumo. Por ejemplo, el centro de Málaga es ahora un espacio museo, con juerga permanente y sin servicios", afirma el profesor de la UMA.
Además, el mayor gasto de suelo en los municipios receptores tiene un efecto sobre sostenibilidad: "Eso implica una producción masiva de infraestructuras de transporte, suministro y servicios con su consiguiente deterioro medioambiental y paisajístico. Abandonar la ciudad consolidada para ocupar nuevos suelos es insostenible", concluye Rubio.
Otro aspecto demográfico que llama la atención es el crecimiento de las llamadas ciudades medias, que han absorbido parte de la población de los municipios más pequeños de sus comarcas. Así Antequera (Málaga), gana 3.216 habitantes, Utrera (Sevilla), suma 2.360 y Lucena (Córdoba) recibe 3.127 vecinos nuevos. "Las ciudades medias, paralizadas por la emigración en los años 60 y que no resurgieron hasta los 90 tienen muchísimo futuro y empiezan a ganar población. Es importante gestionarlas con cabeza y no convertirlas en monstruos urbanos, como ha pasado, por ejemplo con Dos Hermanas, que era una ciudad media y se ha disparado", advierte Rubio.
Frente a los crecimientos, concentrados en las costas y las áreas metropolitanas, uno de cada tres municipios andaluces (282 de 770), ubicados en comarcas de interior, han registrado pérdidas de población en los últimos cinco años. Las mayores deserciones se concentran en Granada, Córdoba y Jaén, aunque el despoblamiento de los pequeños municipios es una constante en todas las provincias. Entre las localidades que más residentes pierden están Algarinejo (Granada, -15%), Gualchos (Granada, -23%), Ardales (Málaga, -11,7%), Torres de Albánchez (Jaén, -16,3%) o Bélmez (Córdoba, -14,2%), entre otras muchas. Cumbres de Enmedio (Huelva), con 44 habitantes, sigue siendo el municipio andaluz menos poblado.
"A pesar de los esfuerzos de todas las administraciones públicas, que han creado infraestructuras y equipamientos, no se ha conseguido detener la migración desde los pueblos pequeños, aunque se ha desacelerado. La tendencia es irse a donde hay oportunidades", subraya Rubio.
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