El Pentágono alerta del nuevo espionaje asiático sobre tecnología de defensa

La unidad de contrainteligencia del Departamento Defensa de Estados Unidos denuncia que los espías extranjeros, sobre todo de países de la región del Pacífico asiático, como China, están utilizando nuevas tácticas y métodos para acceder a tecnología sensible en el ámbito de la defensa, como mantener relaciones sexuales con contratistas de los programas militares del Pentágono o utilizar a hackers para saltar los sistemas de seguridad.

El contenido del documento, de una treintena de páginas y de carácter clasificado, fue desvelado esta semana por el rotativo The Washington Times. El informe advierte de que el espionaje se intensificó durante 2005 y tiene como objetivo mejorar la capacidad tecnológica en el desarrollo de armas y sistemas de defensa. "La globalización de este negocio aumenta la amenaza de competidores estratégicos, que utilizan actividades legítimas como vía para transferir ilegalmente tecnología estadounidense", apostilla.

El informe, titulado Technology collection trends in the U.S. defense industry (Pautas de Recopilación de Tecnología en la industria de defensa estadounidense), detalla algunos de los métodos utilizados por los espías extranjeros, que trabajan para un centenar de países, para tener acceso a la tecnología militar, algunos tan de película como recurrir a una mujer para que sedujera a un contratista y lograr que le suministrara las claves de acceso a su ordenador.

Otras tácticas son más sencillas, como hacer peticiones verbales de información para la adquisición de tecnología, ofrecer servicios o espiar durante las visitas a compañías que trabajan para el Pentágono.

El servicio que ha elaborado este informe clasificado explica que estos cazadores de tecnología militar proceden principalmente de China, Rusia e Irán. También hay agentes que trabajan en secreto para Israel, Japón, Reino Unido, Francia, Alemania, Egipto y Emiratos Árabes Unidos. Los espías están especialmente interesados en sistemas espaciales, tecnología láser o sistemas antimisiles y de radar. El informe habla de un total de 971 incidentes, lo que supone un incremento de la actividad de espionaje del 43%.

Una tercera parte de estos incidentes proviene del Este y el Pacífico asiático, a la que siguen por número de incidente los países de Oriente Próximo (23%), Euroasia (19%) y el sur de Asia (13%). Otros espías recurren a tácticas ilícitas para obtener la información, como acceder a ordenadores o realizando otro tipo de actividades de inteligencia ilegales, como la colocación de radiotransmisores o infectar ordenadores con virus. El Pentágono, en todo caso, evita acusar a países específicos de esta práctica.