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Olmert y Mubarak buscan "un nuevo horizonte político" para israelíes y palestinos

La reunión entre ambos líderes estuvo empañada por el ataque del Ejército hebreo a Ramala

El idílico balneario de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo, se ha convertido en los últimos años en la plataforma de iniciativas de paz en Oriente Próximo. Ayer, mientras el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se reunían y buscaban "un nuevo horizonte político", en Ramala (Cisjordania) los soldados israelíes mataban a tres palestinos, y en Gaza, cinco personas morían en nuevos enfrentamientos entre las facciones de Al Fatah y Hamás. El encuentro entre Olmert y Mubarak estuvo a punto de ser anulado tras la operación israelí en el centro de Ramala.

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Todo empezó a las tres de la tarde, cuando una unidad de élite israelí intentó, sin éxito, detener en la Plaza Manara a un destacado activista del brazo armado de Al Fatah. Tras ser descubiertos por los palestinos, numerosos jeeps militares entraron en el corazón de Ramala, lo que provocó un intenso tiroteo, televisado en directo por la cadena árabe Al Yazira, cuyas oficinas están en la plaza. Todos los grupos palestinos condenaron sin paliativos la operación militar de Israel.

Mientras dirigentes de Hamás hablaban de "masacre", el presidente, Mahmud Abbas, aseguró que "es la prueba que los llamamientos de Israel a la paz y a la seguridad son falsos".

Como era de prever, la incursión israelí en Ramala empañó seriamente la reunión de Sharm el Sheij. En la conferencia de prensa conjunta con Olmert, Mubarak dedicó sus primeras palabras para mostrar indignado su "decepción, tristeza y preocupación" por la operación israelí en Ramala, que condenó sin reservas. Y añadió, ante la mirada de su interlocutor: "Israel no puede garantizar su seguridad usando sólo la fuerza y las armas. Yo pido a todas las partes que cesen sus acciones hostiles que perjudican el proceso de paz".

Olmert aseguró que "Israel no tiene más remedio que realizar operaciones militares para evitar atentados terroristas". "Si hay víctimas civiles en la operación de Ramala, lo lamento sinceramente", añadió. Asimismo, agradeció a Egipto su mediación para intentar la liberación del soldado israelí secuestrado en junio por tres facciones palestinas.

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Donde sí coincidieron ambos líderes fue en la necesidad de reforzar la figura de Abbas, al que el primer ministro israelí calificó de "interlocutor serio y válido". Olmert empezó la comparecencia conjunta recordando que ayer se cumplía un año desde que su antecesor y principal valedor, Ariel Sharon, entrara en coma irreversible. Olmert pidió a Mubarak "un mayor esfuerzo" de sus fuerzas armadas para atajar el contrabando de armas desde territorio egipcio hacia el sur de la franja de Gaza. Precisamente ayer se hundió un túnel secreto utilizado por milicianos palestinos para transportar armas desde Egipto. La oposición israelí critica la decisión del Gobierno de retirarse del corredor de Filadelfi, de unos 13 kilómetros, convertido en la entrada principal de fusiles, cohetes y explosivos.

150.000 palestinos armados

Ayer, fuentes palestinas revelaban que en la franja de Gaza, un territorio de 365 kilómetros cuadrados, 150.000 palestinos -de un total de 1.4 millones de habitantes- están armados

Tras su peregrinaje a La Meca, el primer ministro y líder de Hamás, Ismail Haniya, regresó ayer a Gaza en el día más sangriento en la lucha entre su grupo y Al Fatah, desde la tregua pactada hace más de dos semanas. Nada más llegar, Haniya no descartó reunirse con Abbas para restaurar la calma, exhibiendo su discurso más conciliador: "Desde aquí pido a los hermanos de todos los grupos que cesen el derramamiento de sangre. Hemos de estar unidos a través del diálogo y no de las armas".

Pero ayer se impuso la realidad, que en Gaza estuvo marcada, una vez más, por los enfrentamientos y agresiones mutuas. El más grave se produjo en el norte de Gaza, cuando hombres armados pertenecientes a Hamás atacaron con varios misiles la casa de Mohamed Gayeb, un importante coronel de la Seguridad Preventiva, fiel a Al Fatah. El balance: cuatro muertos, entre ellos el militar y sus tres hijas.

En Yabalia, un miembro del servicio especial de los cuerpos de seguridad de Hamás era abatido por balas de milicianos rivales. Otro escenario de los choques fue el funeral de tres miembros de Al Fatah celebrado en Jan Yunes, al sur de Gaza, en el que los tiroteos causaron diez heridos.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, conversa con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ayer en Sharm el Sheij.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, conversa con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ayer en Sharm el Sheij.REUTERS

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