"No pude ser autónomo hasta tener la residencia permanente"
A los quebraderos de cabeza propios de trabajar por cuenta propia, en el caso de Mariano Herrera, fotógrafo, se añaden los concernientes a su condición de inmigrante: los papeles.
Nacido en 1970 en Gran Buenos Aires -el extrarradio de la capital argentina- en un barrio de origen catalán, Villa Ballester, Herrera hace 10 años que vive en Barcelona. Pero no obuvo un permiso de trabajo por cuenta propia hasta 2006, cuando consiguió la tarjeta de residencia permanente. No dudó ni un minuto en darse de alta a la Seguridad Social como autónomo.
"Hasta entonces facturaba a través de una cooperativa de fotógrafos y aunque llevaba años sabiendo que me salía más a cuenta hacerme autónomo, no podía porque cuando me renovaban la tarjeta de residente siempre me la ponían por cuenta ajena", explica Herrera.
Este fotógrafo, que ha realizado varios trabajos para el Gobierno catalán y es uno de los responsables de la nueva imagen de Bankinter, reconoce los riesgos y los costes de ser autónomo. "No tengo derecho a paro, no tengo seguro de accidentes y el plazo de pago de las facturas es eterno. Los clientes pagan normalmenre a 90 días pero yo tengo que pagar mis gastos al contado", relata Herrera, que tiene contratado un seguro médico privado con una mutua.
"Al autónomo no se le protege", señala, lo que "choca con el carácter emprendedor de Cataluña. Creo que las administraciones se han empezado a dar cuenta".
Pese a eso, Mariano Herrera no cambia su condición por la de un trabajador asalariado. Aparte de que en el campo de la fotografía es "muy difícil", prefiere ser autónomo porque "así tengo mi propia empresa. Con los años he invertido mucho en tener una buena infraestrutura, en equipos y material fotográficos".
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