Moscú envía inspectores a vigilar los gasoductos de Bielorrusia
Sólo queda hoy domingo para que Minsk y Moscú puedan llegar a un acuerdo y evitar una crisis de los suministros rusos de gas que puede afectar a la Unión Europea. Las negociaciones celebradas ayer entre la delegación gubernamental bielorrusa y los rusos no dieron resultados, por lo que a última hora el portavoz del monopolio Gazprom declaró que se están preparando para una "situación crítica" y afirmó que la empresa planeaba enviar inspectores a vigilar los gasoductos de Bielorrusia. El portavoz del primer ministro bielorruso dijo en Minsk que ambos países se habían puesto de acuerdo sobre el precio de los suministros de gas. El portavoz añadió o que la fórmula contemplaba dar como parte de pago la mitad del capital de la compañía Beltransgaz, Sin embargo, en Gazprom dijeron que no tenían información sobre ello, pero que esperan que el sentido común triunfe.
El portavoz de Gazprom señaló que han recurrido a inspectores internacionales para que vigilen que Minsk no se apropie del combustible bombeado por gasoductos que pasan por territorio bielorruso. Sin embargo, si el presidente Alexandr Lukashenko cumple su advertencia de "no ceder ante el chantaje" de Rusia y quiere quedarse con parte del gas destinado a los clientes europeos, técnicamente es casi imposible impedírselo, por más que ello constituya, en palabras de Kupriánov, "un robo con fractura".
Si a lo largo del día de hoy los bielorrusos no firman un nuevo contrato con Gazprom, los rusos dejarán de enviar gas a sus aliados políticos a partir de mañana lunes. Hasta ahora, Minsk se niega a aceptar las condiciones del monopolio ruso, que le ha subido el precio a más del doble: de menos de 50 dólares por mil metros cúbicos a 105. Rusia propone que le paguen 75 al contado y los 30 restantes en acciones de Beltransgaz, compañía distribuidora que también controla uno de los gasoductos por donde pasa el combustible destinado a la Unión Europea.
Reservas en Europa
Los negociadores de momento no han podido cerrar un acuerdo y los rusos estaban a la espera de que llegara a Moscú un funcionario bielorruso de más alto rango, concretamente el viceprimer ministro Vladímir Semashko. Si Minsk no firma contrato y se apropia ilegalmente de parte del gas que pasa por su territorio, Rusia espera poder suplir ese déficit con vías alternativas y con las reservas que tiene en depósitos subterráneos en Europa.
Minsk tiene también problemas con las importaciones de crudo desde Rusia, debido a que el Kremlin introdujo un arancel de exportación de 180,7 dólares por tonelada. Antes Rusia no imponía arancel alguno al petróleo suministrado a su aliado, por tener con él una unión aduanera. Sin embargo, los bielorrusos estaban aprovechándose de esa situación e importaban mucho más crudo del necesario para su consumo interno y usaban el excedente para producir derivados que luego exportaban.
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