Voces sabias, insolentes y poderosas
La lista del año está encabezada por el extraordinario triple álbum de Tom Waits
Los balances fin de año son el modo con que los dioses cortan las alas a los observadores arrogantes. Enfrentado a la inmensidad de su ignorancia y la realidad de su desmemoria, un seleccionador solo puede plantear tímidamente un muestrario de obviedades. En este caso, once discos ricos en densidad, poderío y ambición.
Orphans (Anti/Pias) Tom Waits
Quizás sea una opinión herética pero uno sospecha que el Tom liberado de conceptos previos es más satisfactorio que el que se pliega a la pulsión de crear Grandes Obras. Estos "Huérfanos" son 56 temas (de los que 30 son inéditos) repartidos en tres discos: 'Bronquistas' (rock, "boogie"), 'Berreadores' (baladas lobunas) y 'Bastardos' (recitados y experimentos). Puede que Waits ya no beba pero su abanico de propuestas es embriagador.
Whatever people say I am, that's what I'm not (Domino-Pias) Arctic Monkeys
Ocasionalmente, un grupo novísimo sale de la nada y captura el "Zeitgeist" con la fiereza que dan los años tiernos. Ocurrió con Oasis, que se hacían querer desde su torre de altanería. Los Monos Articos tienen una acerada contundencia y suficientes argumentos para media docena de películas: despachos desde las trincheras de la vida adolescente.
The black parade (Reprise/Warner) My Chemical Romance
Antiguos cabeza de fila del introvertido movimiento "emo", estos músicos de New Jersey lo han tirado todo por la borda y se han reciclado en un cruce de Queen y el David Bowie glam, algo quizás indispensable para desarrollar una, glup, opera-rock sobre un enfermo de cáncer que se enfrenta a la muerte. No se asusten: The black parade es puro exceso (cuerdas, metales, Liza Minnelli) pero tiene un empuje arrebatador y el tipo de canciones que se infiltran incluso en oídos escépticos.
Kensington Square (Tôt Ou Tard/Green Ufos) Vincent Delerm
La excusa: en Francia se publicó en 2004 pero a España llegó a principios de 2006. Unas orquestaciones esbeltas arropan 10 camafeos melancólicos. Aliento cosmopolita y un Delerm que deja caer abundantes referencias culturales, de Frank Black a Patrick Modiano. Seamos igualmente pedantes: una música a medio camino entre François Truffaut y Eric Rohmer.
The greatest (Matador/Popstock) Cat Power
La problemática artista neoyorquina adquiere finalmente consistencia: aquí, recupera sus raíces sureñas con unos discretos-pero-eficaces veteranos de Memphis. No hace falta saber de sus desdichas -familia disfuncional, alcoholismo- para apreciar estas crónicas de supervivencia y redención.
The underdog-El subestimado (Atlantic/DRO) Tego Calderón
Calderón suele ser usado como arma arrojadiza. Igual han escuchado ese tópico esnob: "Tego demuestra que, en el reggaetón, también puede haber artistas inteligentes". En realidad, la etiqueta se le queda corta al puertorriqueño, que también factura con naturalidad salsa dura, rap del Bronx o dancehall jamaicano.
Rudebox (EMI) Robbie Williams
El placer culpable que debe aparecer en cada lista. Un hooligan impone su tormentosa personalidad sobre una producción de alto presupuesto, a cargo de siete equipos diferentes. Rudebox viene a ser un resumen de las tendencias comerciales del siglo XXI. Una efervescente fiesta en la que coinciden los Pet Shop Boys, Manu Chao y esa encantadora debutante de 2006, Lilly Allen; ningún motivo para no acudir.
Fundamental (Parlophone/EMI) Pet Shop Boys
La música electrónica no es el fin sino el medio con que Tennant y Lowe transmiten sus historias de ingleses enamoradizos y, a veces, indignados ante el mundo que les ha tocado en suerte. En 2006, los Pet Shop Boys también sacaron un opulento doble grabado con cuerdas, Concrete, y se convirtieron en visitantes habituales de los escenarios españoles.
St. Elsewhere (Downton/Warner) Gnarls Barkley
Un trueno en un lánguido día de verano: la imposible unión de Cee-Loo, rapero atípico, y Danger Mouse, productor rompedor. El resto del disco desmerecía ante Crazy pero el modelo -"hagamos música sin prejuicios"- evidenció la pusilanimidad de tantos de sus contemporáneos.
¡Ay caramba! (Casino Sounds) Ska Cubano
Una idea muy londinense: crear una orquesta "retro" con un pie en Santiago de Cuba y el otro en Kingston. Pero en el segundo disco ya se han olvidado del plan original, ampliando su campo de referencias a otras islas caribeñas y perdiendo totalmente la vergüenza. Posiblemente, la mejor banda de fiesta que haya pasado en 2006 por España.
The river in reverse (Verve/Universal) Elvis Costello & Allen Toussaint
Vamos a reconocerlo: algunas obras de Costello son más disfrutables sobre el papel que en la realidad. Aquí, su (encomiable) idea consistía en -tras las devastadores consecuencias del ciclón Katrina en Nueva Orleans-, llevar al estudio a Toussaint, un genio reticente a estos experimentos, y esencial en la música de la ciudad del delta. Pero la música resultante brota con la ira, la sabiduría, la joie de vivre que cabían esperar de Nueva Orleans en 2006.
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