Bielorrusia negocia en Moscú contra reloj un acuerdo de gas
Una delegación gubernamental bielorrusa llegó ayer a Moscú para tratar de cerrar un acuerdo de última hora que permita evitar una crisis con los suministros de gas que podría afectar a algunos países de la Unión Europea (UE). Hasta ayer, Minsk y Moscú no habían logrado firmar el contrato para el abastecimiento de gas ruso a Bielorrusia y sólo queda hoy y mañana para hacerlo.
En caso de que las negociaciones fracasen, Gazprom cerrará el grifo del gas a Bielorrusia a partir del lunes, lo que podrá tener repercusiones negativas en Europa, ya que Minsk podría quedarse ilegalmente con el combustible bombeado hacia la UE a través del gasoducto que pasa por Bielorrusia.
Eduard Tovpenets, viceministro bielorruso de Energía, llegó anoche a Moscú para tratar de resolver el conflicto del suministro de gas. Los problemas surgieron después de que el Kremlin se negara a seguir vendiendo gas a su aliada Bielorrusia a precios del mercado interno ruso, es decir, a unos cincuenta dólares los mil metros cúbicos. Moscú ahora pide 105 dólares y querría recibir 75 en efectivo, y los 30 restantes, en acciones de la compañía distribuidora Beltransgaz. De ahí que también se encuentren en la capital rusa el presidente del comité de Bienes Estatales y el viceministro de Justicia bielorrusos. Además, ha viajado también el director de Beltransgaz, compañía propietaria del gasoducto hacia la región rusa de Kaliningrado y hacia los consumidores europeos.
Déficit en la UE
Minsk, de momento, se niega a pagar el precio que le exige Gazprom. Serguéi Kupriánov, portavoz del monopolio de gas ruso, sostiene que la UE no debe sufrir décifit en los suministros del combustible, incluso si en los próximos días Minsk y Moscú no logran llegar a un acuerdo. Sin embargo, el vicepresidente de Gazprom, Alexandr Médvedev, ha declarado que si los bielorrusos se apropian ilegalmente del gas destinado a los europeos, será difícil cubrir totalmente el déficit que ello creará.
Kupriánov explica que Gazprom puede bombear más gas a través del gasoducto Yamal-Europa, que, aunque pasa por Bielorrusia, pertenece a Gazprom. Teóricamente, los bielorrusos podrían apropiarse de parte del combustible que pasa por ese gasoducto, pero los rusos no creen que se atrevan a realizar ese "robo".
De todas maneras, Moscú está estudiando otras vías para compensar las posibles pérdidas en territorio bielorruso. Por ejemplo, puede abastecer de gas al enclave de Kaliningrado a través de Letonia y Lituania, países con los cuales ya ha llegado a un acuerdo al respecto. Además, podría aumentar el volumen de combustible que Gazprom bombea hacia Europa a través de Ucrania. Por último, están los depósitos subterráneos europeos. Polonia, por ejemplo, dice contar con reservas para dos meses.
Mientras, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, afirma que no se rendirá ante el "chantaje" del Kremlin.
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