Muerte y sólo muerte

Durante casi 24 años de dictadura con Sadam Husein, los iraquíes -especialmente, kurdos y chiíes- murieron por millares. Pero la invasión de 2003 no les ha traído ninguna seguridad; sobre todo en la capital, Bagdad, y en el centro del país, 2006 ha sido un durísimo año para los hombres, mujeres y niños que han soportado atentados en mercados y cuarteles, o que sufren las consecuencias de los enfrentamientos entre las milicias armadas de los diversos grupos. Las represalias sangrientas y los ajustes de cuentas a cargo de escuadrones de la muerte están en muchas ocasiones apoyados por policías. Ajenos al debate teórico sobre si se reúnen o no las condiciones para hablar de guerra civil o si los iraquíes viven ahora peor que antes, los habitantes de Bagdad y de otros lugares de Irak sufren a diario la inseguridad y la violencia. Hay, además, 460.000 personas desplazadas que se han alejado de las zonas de unos enfrentamientos que el Gobierno iraquí ha prometido controlar sin que hasta ahora haya tenido éxito.

El Gobierno iraquí, la Casa Blanca y el Pentágono reconocen que la situación es insostenible

Los últimos datos reflejan un empeoramiento de la situación. El Pentágono, en el informe de estas características más detallado hasta ahora, acaba de anunciar que entre agosto y octubre hubo una media de 960 ataques semanales, un incremento del 22%, y que la fuente principal no procede de la insurgencia, sino de los enfrentamientos entre los grupos étnicos, especialmente en Bagdad y en la provincia de Al Anbar. En ese mismo periodo, cada día hubo un promedio de un centenar de víctimas.

¿Cuántos iraquíes han muerto desde la invasión? Un estudio hecho por epidemiólogos americanos e iraquíes de la Universidad John Hopkins, y publicado poco antes de las elecciones legislativas estadounidenses en la revista británica Lancet, proyectaba la cifra de más de 650.000, aunque reconocía un margen de error de 426.369 a 793.663 muertos. El estudio se basaba en entrevistas con 1.849 familias iraquíes de 47 barrios de todo el país. La organización Iraq Body Count criticó la metodología empleada, dijo que su recuento de víctimas oscila entre 51.000 y 56.000, y añadió que las exageraciones "no son necesarias para definir la invasión y ocupación como una tragedia humana y estratégica". La ONU no tiene cálculos globales, pero este verano hizo suyos los datos procedentes del Gobierno iraquí y de las funerarias del país aplicados al que hasta ahora ha sido el peor mes de violencia, julio de este año; en su informe recogió una cifra superior a los 3.000 muertos. Independientemente de los distintos cálculos, tanto el Gobierno iraquí como la Casa Blanca y el Pentágono reconocen que la situación es insostenible, tanto por lo que se refiere al número de víctimas civiles como a la falta de control de los grupos armados, pero por el momento no hay perspectivas de que mejore a corto plazo.