Uruguay cuestiona la mediación española ante Argentina

La mediación española en el conflicto entre Argentina y Uruguay por la construcción de una fábrica de pasta de celulosa en la parte uruguaya de la frontera fluvial común ha sido puesta en duda por Montevideo, que exige el levantamiento del bloqueo fronterizo que ejerce Argentina como paso previo a cualquier tipo de diálogo. "Para Uruguay no hay nada de lo que se pueda conversar mientras sigan los cortes. La facilitación del rey Juan Carlos ha terminado", subrayó Héctor Gros Espiell, jefe de la delegación uruguaya en el Tribunal de La Haya.

La guerra de las papeleras se disputa estos días en dos escenarios, la frontera de Gualeguaychú, a 230 kilómetros al norte de Buenos Aires, y el Tribunal de La Haya, donde ambos países han expuesto sus argumentos en medio de un duro cruce acusaciones. Está previsto, a partir del próximo 15 de enero, que el tribunal internacional adopte una decisión, aunque todavía Buenos Aires debe entregar su memoria final sobre el daño medioambiental que, según Argentina, la papelera causará al Río de La Plata.

Argentina es el país demandante al considerar que la fábrica viola un tratado internacional firmado en 1975, pero ya ha sufrido una derrota parcial el pasado julio, cuando el tribunal denegó por 14 votos contra 1 la paralización parcial de las obras. Mientras, Montevideo ha puesto el énfasis en el perjuicio de los cortes fronterizos realizados con la autorización tácita del Gobierno argentino por parte de asambleas de vecinos y ecologistas de la ciudad argentina de Gualeguaychú. El Gobierno argentino niega esta apreciación y considera que "no existe relación" entre el corte de la frontera y los daños medioambientales que puedan producirse.

El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, ya le expresó la semana pasada al mediador español, Juan Antonio Yáñez, el malestar de su país por el bloqueo en la frontera y la necesidad de que éste sea levantado antes de continuar con cualquier diálogo. La Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú se dispone a aprobar hoy el levantamiento del bloqueo permanente -en vigor desde el pasado 20 de noviembre- para los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Se trata de permitir que las familias de ambos lados puedan reunirse para las fiestas, pero el resto de los días el paso permanecerá cerrado, lo que puede causar un grave perjuicio económico a Uruguay dado que la semana que viene comienza el gran éxodo veraniego de turistas argentinos con destino a Uruguay.

Aunque la figura de Juan Antonio Yáñez, embajador de España ante la ONU, ha recibido elogios por ambas partes, su gestión se ha visto dificultada principalmente por la existencia de otros foros de litigio paralelos -como el Tribunal de La Haya, o el Mercosur-, donde argentinos y uruguayos defienden sus respectivas tesis sin concesiones, por los escasos avances sobre el terreno y por algunas indiscreciones diplomáticas que han revelado impresiones y pasos de la intervención española en el litigio. A ello hay que sumar picos de tensión como el envío de soldados por parte del uruguayo Tabaré Vázquez a proteger las obras de la papelera que construye la empresa finlandesa Botnia en la localidad uruguaya de Fray Bentos. Vázquez ordenó retirar la escolta armada este martes, después que el presidente argentino, Néstor Kirchner, tachara de provocación la medida.

La empresa española Ence, propietaria de la segunda fábrica que proyectaba construirse en Fray Bentos -en la otra orilla, frente a Gualeguaychú- ha conseguido sustraerse a la polémica después de que el pasado día 13 anunciara su decisión de trasladarse hasta la ciudad de Colonia, prácticamente frente a Buenos Aires. Ence no había dado comienzo a las obras, mientras que la finlandesa Botnia ya tiene acabado el 70% de las infraestructuras. Está previsto que la polémica papelera entre en funcionamiento en 2007.