El alcalde de Barreiros acepta ahora que lo fiscalice el Tribunal de Cuentas

El escándalo originado en torno a la situación contable del Ayuntamiento de Barreiros, en la costa de Lugo, hizo reaccionar ayer a su alcalde, Alfonso Fuente Parga, del PP, quien, por primera vez, se mostró dispuesto a someterse voluntariamente a la fiscalización del Tribunal de Cuentas del Estado. El pasado viernes, tras la revelación de las graves irregularidades descubiertas en su ayuntamiento por el Consello de Contas, Fuente Parga aseguró a este periódico que no rendiría cuentas hasta acabar su mandato. "Quiero que esto quede fuera de toda duda", declaró ayer.

El alcalde de Barreiros afirmó que no tiene conocimiento oficial de que el Tribunal de Cuentas vaya a investigar su municipio, como había anunciado el sábado el grupo municipal del BNG. Pero Fuente Parga avanzó la posibilidad de que sea la propia institución municipal la que solicite una inspección por parte de ese Tribunal para, apuntó, "quedar fuera de toda duda".

El anuncio de que el Tribunal de Cuentas abrirá una investigación en Barreiros, según el BNG, tomó cuerpo en el transcurso de unas jornadas que se celebraron en Lugo sobre ética pública y control democrático. Según los nacionalistas, un miembro del Consello gallego de Contas expuso que el fiscal del Tribunal Central del Estado había detectado indicios de posible responsabilidad contable en algunos ayuntamientos gallegos, uno de ellos el de Barreiros.

El ayuntamiento, en el punto de mira desde que la Consellería de Política Territorial suspendiera las normas de planeamiento por su urbanismo desordenado, acumula varios años de retraso en la puesta al día de sus cuentas. El Consello de Contas formuló varias y repetidas recomendaciones a este municipio de la costa de Lugo que, hasta ahora, no fueron atendidas. El alcalde atribuye a problemas informáticos o a la baja por maternidad de la interventora el retraso en la presentación de las cuentas.

Del Consello de Costas, Fuente Parga argumenta que su informe "no es vinculante" e insiste en que la situación contable del municipio está "justificada" y "documentada". "A la vista de todo lo que se dice no descartamos la posibilidad de solicitar al Tribunal de Cuentas que abra una inspección en el ayuntamiento".

Fuente Parga, que antes de ser alcalde fue concejal de Economía, asegura que al término de la actual legislatura las cuentas estarán al día: "Acabamos de presentar la liquidación del presupuesto de 2004, en breve lo haremos con el de 2005, y en 3 ó 4 meses tendremos listo el 2006".

De lo que parece que no se librará el equipo de gobierno es de una revisión de oficio que realizará la Dirección Xeral de Urbanismo sobre licencias urbanísticas concedidas en este municipio con informe desfavorable.

El portavoz del BNG, Antonio Veiga, constató en el registro municipal que la dirección de Urbanismo solicitó información de cinco proyectos de obra, localizados en las parroquias de San Miguel y San Cosme, todos con informes desfavorables. Mientras esto sucede las normas de planeamiento están suspendidas, y el presupuesto de 2006 (4,1 millones de euros, de los que 1,8 proceden de la concesión de licencias) aún no está definitivamente aprobado.