Flash, cracks

La Casa de Cultura Ignacio Aldecoa ofrece un nuevo ejemplo en su dinámica de ofrecer lo más variado de la expresión fotográfica. En este caso se trata de un trabajo de Beatriz Olabarrieta (Bilbao, 1977), una colección de imágenes fijas en color titulada Flash, cracks, different days. Le acompaña, esta vez en blanco y negro, un vídeo titulado Party draugt. El conjunto resulta curioso. Es una exposición que incita a reflexionar sobre el arte. El texto incluido en el catálogo de la muestra plantea a su inicio ciertas criticas a la manera contemporánea de plantear la reflexión artística. Se dice que peca de seriedad, de "complejo de relevancia", sin concesiones al humor. Vista de esta manera, la exposición ofrece nuevas alternativas, incluso justifica su factura formal. Lo que resulta chocante, y no termina de entenderse por lo que pueda tener de contradictorio, es el final de este texto otorgando "significados trascendentes" al conjunto de la muestra. Pero bueno, la exposición puede resultar divertida y, por ello, interesante.

La autora pertenece a estas nuevas generaciones cargadas de títulos y diplomas. Estudió Filosofía en Deusto; se licenció en Bellas Artes, en la rama de Escultura, en Londres, donde también cursó un máster financiado por el Gobierno vasco; fue Erasmus y premiada por su poesía en su primera universidad.

Las fotografías que ahora presenta parecen tomadas al azar. Con ellas se rompen cánones compositivos. Registra objetos distintos combinados de manera absurda que abren la sonrisa. Así, encontramos la fotografía de un afiche con un paisaje idílico reivindicado por alguna oscura secta, un grupo de cinco personas haciendo malabares sobre una moto, la mano de plástico que acaricia el rostro de carne y hueso, la persona cubierta por una sábana blanca descubriendo sus manos a la búsqueda de objetos que impidan su paso o un curioso picado donde las líneas diagonales acogen el torso desnudo de un hombre contrastado por la luz que entra por una ventana. En general, se juega con situaciones y momentos un tanto extravagantes. Es precisamente en ese punto donde puede encontrarse el máximo interés.

Resulta así una exposición curiosa donde la calidad técnica de las imágenes no está tan afinada como pudiera desearse, pero los contenidos resultan suficientemente interesantes.

Flash, cracks, different days. Beatriz Olabarrieta. Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. Paseo de La Florida, 9; Vitoria. Hasta el 14 de enero. Horarios: de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 y 17.00 a 20.00; sábados, de 10.00 a 13.30; domingos y festivos, cerrado.