Un enfrentamiento entre campesinos bolivianos causa decenas de heridos

Al menos 50 personas resultaron heridas ayer en Bolivia cuando grupos de campesinos e indígenas afines al Gobierno de Evo Morales y a su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) agredieron a una caravana de grupos opositores que se dirigía a la ciudad de Santa Cruz, en el este del país, para participar en un cabildo, o asamblea popular.

Así lo confirmaron fuentes policiales y el alcalde de la población de Guarayos, Robert Shock, quien presenció los incidentes, ocurridos en la carretera que une el departamento de Santa Cruz con el norteño de Beni.

Los grupos afines al MAS, que bloqueaban la citada vía desde el jueves por la noche, volcaron tres autobuses en los que viajaban personas procedentes de las provincias del norte cruceño, que se dirigían a la capital del distrito para tomar parte en la asamblea. Fuentes policiales señalaron que sólo cinco de los veinte autocares lograron eludir el bloqueo de la carretera. Varios heridos, que se produjeron principalmente por golpes y pedradas, tuvieron que ser hospitalizados.

Junto a Santa Cruz, los departamentos de Beni, Pando y Tarija tenían previsto celebrar ayer cabildos populares para exigir al Gobierno de Morales que respete las leyes, y que la Asamblea Constituyente actualmente en curso apruebe la nueva Carta Magna boliviana "en todas sus fases" por dos tercios de los votos de sus 255 miembros, y no mediante la fórmula de la mayoría absoluta que impuso unilateralmente el MAS.

Autonomías

Los cabildos también exigen que la Constituyente reconozca el régimen autonómico que pretenden los departamentos del norte y el este de Bolivia, verdaderos motores económicos del país, y que fueron aprobados en referéndum.

No obstante, al reinstalar la plenaria de la Constituyente el jueves en Sucre, el oficialismo acometió, en ausencia de la oposición, la revisión del polémico artículo que recoge el sistema de votación que debe adoptar la Asamblea. La mayoría socialista aprobó, además, un manifiesto que rechaza la presunta intención separatista de los que demandan la autonomía y aseguró que la cuestión "será parte de la nueva Carta Magna boliviana".

Por su parte, los dirigentes de Santa Cruz criticaron ayer al Gobierno central por lanzar "falsos mensajes" acerca de sus reivindicaciones autonomistas. "No queremos separarnos del país", declaró tajante Germán Antelo, líder del Comité Cívico cruceño, que recordó su departamento pretende una "descentralización política y administrativa" que fue aprobada "por el 71% de sus habitantes". Antelo advirtió que si el pueblo cruceño volvía a ratificar en el cabildo de ayer su deseo de tener un régimen autónomo y, pese a ello, el Gobierno seguía ignorando el asunto, el siguiente paso sería recurrir a las instancias jurídicas "nacionales e internacionales".