El Ayuntamiento quiere desmantelar su depuradora más vieja y remodelar otras cinco

La depuradora de La China, construida hace siete décadas y que hoy limpia 3.500 litros de aguas fecales por segundo, podría ser un parque dentro de diez años. La nueva normativa sobre calidad del agua fijada por el Ministerio de Medio Ambiente obliga a remodelar seis de las ocho plantas depuradoras de la capital, así que el Ayuntamiento ha decidido eliminar una -La China, cuyos terrenos se convertirían en zona verde- y reformar las otras cinco. Un plan a "muchos años" vista que costará "unos 900 millones" y que ni está aprobado aún ni se sabe quién pagará, pero que ayer anunció ya el vicealcalde, Manuel Cobo. El gobierno municipal y el de la Comunidad confían en que parte del dinero lo ponga el ministerio.

Madrid tiene ocho depuradoras con capacidad para tratar 20.000 litros de agua sucia al segundo. Hasta el pasado julio, la cuenca del Tajo, a la que pertenece la capital, estaba catalogada por el ministerio como zona "normal": Madrid sólo tenía obligación de eliminar de las aguas sucias, al depurarlas, los sólidos y la materia orgánica. Pero hace seis meses Medio Ambiente anunció un cambio en la norma, y la cuenca del Tajo quedó clasificada como "sensible".

"Eso significa que habrá que depurar también los nutrientes: nitrógeno y fósforo, que ahora se vierten al río", explica Pedro Catalinas, director general de Aguas del Ayuntamiento. Y sólo dos de las ocho plantas -La Gavia y Viveros- tienen la tecnología necesaria para hacer esa limpieza extra.

Medio Ambiente no ha dado un plazo para adaptarse a los nuevos requisitos, pero la directiva europea en la que se apoya sí establece que cuando se decidan modificaciones de este tipo habrá un plazo de siete años para "adecuar las infraestructuras", según Catalinas.

En todo caso, el vicealcalde quiso adelantar ayer el proyecto. Habló de "propuestas" porque "aún no existe un acuerdo de la Junta de Gobierno"; cuando fue preguntado sobre si esas propuestas se llevarán a cabo o hay que negociarlas antes con otras administraciones, respondió: "Se va a hacer en cualquier caso". Una portavoz del Gobierno regional confirmó que éste trabaja "de la mano" con el Consistorio en este asunto.

El plan consiste en desmantelar La China, integrar sus 24 hectáreas de suelo en el futuro Parque Lineal del Manzanares y tratar el agua que ahora se limpia allí -procedente de 11 distritos- a otras dos depuradoras: Sur y Butarque. Éstas tendrían que ser ampliadas, y toda la red se sometería a una "profunda remodelación" para poder cumplir con el ministerio. En total, todo costará "unos 900 millones de euros".

Cobo afirmó que aún no se sabe quién los pagará. Catalinas explicó que está por negociar, pero que tratándose de unas obras impuestas por un cambio de normativa estatal, "el Gobierno central probablemente tendrá que aportar fondos" a Madrid y al resto de regiones afectadas.

"El plan es un regalo a la Comunidad, que va a tener, gratis, depuradoras nuevas", protestó el concejal socialista Pedro Santín. El edil recordó que, según el convenio firmado en septiembre de 2005 por Comunidad y Ayuntamiento, el Gobierno regional asumió (a cambio de 700 millones) la gestión y mantenimiento de las plantas durante 25 años (no la titularidad), y que eso incluye "las obras de mejora". "Ahora van a remodelar toda la red y pretenden que lo pague el ministerio", dijo Santín.

El director de Aguas replicó que a la Comunidad sólo le compete "el mantenimiento básico, no las reformas estructurales", pero añadió que se podría pedir al Gobierno regional que adelantara para esta remodelación una parte de los 600 millones que prometió invertir en 25 años.