La apretada agenda catalana del Príncipe
Don Felipe visita L'Hospitalet, Lleida y el Penedès en sus tres días de estancia oficial en Cataluña
Tres días dan para mucho. Y el príncipe Felipe ha sacado el máximo partido de su agenda en su breve estancia en Cataluña, en esta ocasión sin su esposa, doña Letizia. El Príncipe visitó ayer L'Hospitalet; el martes se reunió con el presidente de la Generalitat, José Montilla, y los productores vitivinícolas del Penedès, y el lunes visitó Lleida.
Ayer, en L'Hospitalet, fue recibido por el alcalde de la ciudad, Celestino Corbacho; el delegado del Gobierno, Joan Rangel, y el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, este último en representación del Gobierno catalán.
En un acto institucional, Felipe de Borbón situó L'Hospitalet como "uno de los núcleos industriales y de servicios más pujantes" de España. En su discurso, afirmó que la ciudad ha evolucionado y se ha dotado de nuevos servicios, instalaciones e infraestructuras, al tiempo que ha acogido e impulsado un importante tejido empresarial. Don Felipe subrayó la importancia de un proyecto como el de la Gran Via, avenida que dividía la ciudad y que, una vez cubierta, da paso a un gran distrito económico formado por edificios de oficinas y viviendas, informa Glòria Ayuso.
El heredero destaca la transformación de L'Hospitalet y su "convivencia solidaria"
Además de la transformación urbanística de L'Hospitalet, el Príncipe destacó "la convivencia solidaria" como uno de sus valores sociales de referencia. Más allá de los cambios físicos, atribuyó los logros alcanzados por la ciudad a la "capacidad de acogida" de sus habitantes y el dinamismo de la sociedad civil, su voluntad de trabajo y su espíritu de iniciativa.
Unos 800 vecinos aguardaron durante una hora la llegada del Príncipe en la plaza del Ayuntamiento de L'Hospitalet. Felipe de Borbón se dirigió a ellos antes de entrar en el edificio consistorial. Poco después apareció en el balcón para volver a dedicar un saludo a los asistentes.
Luego se trasladó al centro cultural Tecla Sala, donde presidió una recepción con las entidades y pronunció su discurso con una voz afónica que al principio sorprendió a todos los congregados. El alcalde le hizo entrega de una distinción ciudadana inspirada en la Medusa, una pieza arqueológica de más de 2.000 años de antigüedad que se ha convertido en símbolo de la ciudad. Tras recibir información sobre la marcha de las obras de la Gran Via, el Príncipe asistió a un almuerzo con los agentes económicos de la ciudad. Esquerra Republicana de L'Hospitalet declinó asistir a los actos organizados con motivo de la visita.
El martes por la noche, el Príncipe presidió en Vilafranca del Penedès (Alt Penedès) la cena del centenario de la Unión Vinícola del Penedès, la patronal de los elaboradores de vino de esta región. En la cena, que reunió a unas 250 personas, el heredero de la Corona compartió mesa con el presidente de la Generalitat, José Montilla; el consejero de Agricultura, Joaquim Llena, y el alcalde de la localidad, Marcel Esteve, así como los máximos responsables de la patronal vitivinícola, entre ellos su presidente, Miguel Agustín Torres. Allí pronunció un discurso en castellano y catalán en el que elogió el dinamismo y la calidad de los vinos de la zona, que definió como "una de las de mayor proyección del mundo". La patronal le concedió la medalla de oro de la entidad, informa Pere Lobato.
Minutos antes de la llegada del Príncipe a Vilafranca, lejos del recinto ferial en el que se desarrolló la ceremonia, un centenar de jóvenes de la izquierda independentista de la comarca se concentraron en la plaza de la Vila para mostrar su rechazo a la visita. Al acabar la concentración, cuatro jóvenes subieron a la sala de plenos del Ayuntamiento, se llevaron el cuadro de Juan Carlos I que había en una de las paredes y volvieron a la plaza, donde lo destrozaron. El alcalde la localidad condenó el incidente.
En Lleida, el Príncipe fue recibido el lunes por la corporación municipal en el Ayuntamiento y, tras firmar en el libro de oro, se dirigió a la colina de Gardeny para colocar la primera piedra del Parque Científico y Tecnológico Agroalimentario de Lleida, situado en las antiguas instalaciones militares, informa Lluís Visa.
Don Felipe visitó el monumento más emblemático de Lleida, la antigua catedral de La Seu Vella, que su antepasado Felipe V convirtió en acuartelamiento en 1707 tras la entrada de las tropas borbónicas en la ciudad. La visita finalizó con una comida con empresarios y representantes de la sociedad civil. A los actos oficiales no asistió ninguno de los tres concejales de ERC que forman parte del gobierno tripartito.
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