Una ejecución a garrote injusta
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo se pronunciará previsiblemente hoy sobre la autorización para revisar el consejo de guerra en el que los anarquistas Francisco Granado y Joaquín Delgado fueron condenados a muerte y ejecutados, en 1963.
El presidente de la Sala de lo Militar, Ángel Calderón, y los magistrados José Luis Calvo, Agustín Corrales, Ángel Juanes y Javier Juliani se reunieron ayer para decidir si autorizan o no a las familias de ambos a la presentación de dicho recurso extraordinario y proseguirán la deliberación hoy.
Este mismo tribunal acordó la semana pasada denegar la autorización para revisar la condena a muerte del ex ministro republicano Juan Peiró Belis, con los votos disidentes de los magistrados Calvo y Juanes.
El 29 de julio de 1963 explosionaron dos bombas en Madrid, una en la Dirección General de Seguridad y la otra en la Delegación de Sindicatos, sin causar víctimas mortales, aunque sí numerosos heridos. Dos días después fueron detenidos Granado y Delgado, el 13 de agosto de 1963 fueron condenados a muerte y cuatro días después, ejecutados a garrote.
En 1996 los también anarquistas Antonio Martín y Sergio Hernández se autoinculparon de la colocación de los explosivos. Pese a ello, el Supremo denegó la autorización a los familiares de los ejecutados para recurrir en revisión, pero posteriormente, en 2004, el Tribunal Constitucional anuló la decisión del Supremo.
El pasado 3 de abril compareció ante el Supremo Octavio Alberola, uno de los responsables del grupo Defensa Interior, quien aseguró haber ordenado a Hernández y a Martín perpetrar los atentados de 1963 por los que Granado y Delgado fueron ejecutados.