La noche del 'Discovery'

Y por fin, despejó. El transbordador espacial Discovery abandonó ayer la Tierra a la 20.47 (1.47 de nuestra madrugada del domingo) desde Cabo Cañaveral (Florida), en cuanto las condiciones meteorológicas lo permitieron. Su viaje le llevará a la estación Espacial Internacional (ISS, en sus siglas en inglés), donde sus ocupantes realizarán diferentes pruebas y reparaciones. El despegue, previsto para el pasado jueves, tuvo que ser aplazado por las malas condiciones meteorológicas. La mejoría de ayer decidió a los responsables de la misión a dar el visto bueno al despegue, que se realizó por la noche. Es la primera vez que un transbordador despega de noche después del desastre del Columbia, que estalló al entrar en la atmósfera en febrero de 2003.

El movimiento comenzó por la tarde del sábado, cuando los siete astronautas que forman la tripulación abandonaron la base del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral camino del polígono de despegue 39B, a unos 15 kilómetros. Embutidos en sus monos naranja, el habitual minibús de color plata los acercó a la nave, donde entraron a las cinco de la tarde. La escotilla se cerró finalmente a las 18.42.

De los siete astronautas, cinco son novatos, los especialistas de la misión. Se trata del

copiloto, William Oefelein, de 41 años; Nicholas Patrick, de 42; Joan Higginbotham; Sunita Williams, de 41 -que deberá sustituir al astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), el alemán Thomas Reiter, por un periodo de seis meses- y Christer Fuglesang, de 49 años, que es además el primer suizo que llega al espacio. Además, la tripulación está encabezada por el comandante de la nave, Mark Polansky, de 50 años, y Robert Curbeam, de 44. Salvo el suizo, todos los astronautas son estadounidenses.

La Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) de EE UU confirmó ayer por la tarde la buena marcha de la travesía del transbordadador. El control de la misión en Houston (Tejas) manifestó que ninguno de los astronautas experimentó problemas serios y que el Discovery se encontraba en "una excelente" situación. El comandante Mark Polansky confirmó a los expertos de la NASA en Houston que la misión empezó "muy bien".

Mientras tanto, especialistas de la agencia espacial revisaban minuciosamente en tierra las imágenes del lanzamiento -el primero nocturno en cuatro años-, y los datos de los radares para detectar posibles daños al Discovery causados por los restos desprendidos de la parte externa del tanque de combustible durante el despegue. El desprendimiento de una loseta aislante se considera como el motivo de una hendidura que produjo el recalentamiento del transbordador Columbia a su regreso a la Tierra el 1 de febrero de 2003, provocando una tragedia en la que murieron sus siete tripulantes.

La misión del Discovery es la más prolongada en los tres años de las tareas de construcción de la ISS, a la que se acoplará hoy, antes de que los transbordadores se retiren del programa espacial de Estados Unidos en 2010, para dar paso a nuevas aeronaves de vanguardia. Serán necesarias otras 13 misiones más para que concluya la construcción de la estación espacial. El lanzamiento fue el primero nocturno efectuado por la NASA desde el vuelo del Endeavour en noviembre de 2002 y el número 29 en la oscuridad del total de los 117 despegues de aeronaves realizados por la NASA en sus programas de exploración espacial.

En cuanto el transbordador se acople con la estación espacial, empezarán las labores más intrincadas de los tripulantes, entre ellas la realización de tres complicadas caminatas espaciales para la sustitución del sistema eléctrico temporal por una fuente permanente de energía.

También depositarán en la Estación Espacial equipo adicional de laboratorio y otros valorados en unos 11 millones de dólares. Polansky y Robert Curbeam participarán en las tres caminatas espaciales.