_
_
_
_
_

Dos concejales del PP de Tarragona se dan de baja por la designación del candidato a alcalde

Crisis abierta en el Ayuntamiento de Tarragona, en el que CiU y el PP gobiernan desde 1999, aunque en la actualidad con una diferencia de un único concejal respecto a la oposición. Dos de los cuatro concejales del grupo municipal del Partido Popular han solicitado la baja de su partido después de la designación de Alejandro Fernández, actual concejal y ex presidente catalán de Nuevas Generaciones, como candidato a la alcaldía para las próximas municipales. Fernández sustituirá a Francesc Ricomà, hombre de confianza de Josep Piqué, que seguirá como diputado en el Congreso y que aupó personalmente a los concejales que ahora solicitan la baja: Maria Mercè Martorell, concejal de Patrimonio, y Esteve Ortiz, de Relaciones Ciudadanas.

"Nuestra lista era menos política y más de ciudad". Así explica Martorell, titular de una de las concejalías estrella en Tarragona, su decisión de abandonar el partido, determinación que, junto con Ortiz, comunicó el pasado domingo personalmente a Piqué. Ambos ediles, a quien el partido exigirá con toda probabilidad la semana que viene que devuelvan la credencial de concejal, justifican su decisión por lo que, a su juicio, es una radicalización al presentar a Alejandro Fernández como candidato.

Enfrentamientos

Martorell, número dos del grupo municipal desde que entró en el consistorio, como independiente y de la mano de Ricomà, en 1995, ya era consciente de que sus enfrentamientos constantes con el aparato del partido desde hacía años habían provocado su probable exclusión de las listas para las próximas municipales, según aseguran dirigentes de las filas populares. De hecho, en los comicios de 2003 ya fue el aval personal de Ricomà, que ahora ha decidido abandonar la política municipal, lo que le permitió colocarse como número dos. Estas fuentes apuntan que "Martorell podría haber cogido el mando del partido si hubiera hecho las cosas de otra manera" y le achacan una "ambición desmesurada" y que nunca se implicara en el partido con su presencia en mítines o en la vida interna de la formación. Martorell, de hecho, rivalizó en 2004 con Miquel Ángel López Mallol para lograr la presidencia provincial del partido y trató, sin éxito, de presentar su propia candidatura al margen de la oficialista.

El alcalde, Joan Miquel Nadal, aseguró ayer que la "gobernabilidad" de la ciudad está "garantizada" hasta los próximos comicios, ya sea con Martorell y Ortiz como independientes dentro del Grupo Popular, o bien en el grupo llamado de los no adscritos (anteriormente grupo mixto). La voluntad de ambos concejales es continuar con sus carteras hasta el final del mandato y seguir dando apoyo al equipo de gobierno, y será el partido el que decidirá su futuro. "Si nos fuerzan a ir al grupo mixto, iremos", dijo ayer Martorell.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_