Maravilla sin cadencia
Adalides de la plastilina y de la animación tradicional mediante la técnica del stop motion (se da vida a un objeto inanimado mediante la filmación fotograma a fotograma), los creadores de la factoría británica Aardman (Chicken Run, Wallace & Gromit) se han lanzado con Ratónpolis, su nueva criatura, al mundo de la animación en tres dimensiones diseñada por ordenador. Eso sí, con la ayuda de la coproductora estadounidense DreamWorks (Shrek, El espantatiburones) han querido mantener la esencia de sus trabajos anteriores ralentizando la cadencia de los movimientos de los personajes, otorgándole de este modo un extraño pero espectacular aspecto de película en 3D con protagonistas de plastilina.
RATÓNPOLIS
Dirección: David Bowers, Sam Fell. Intérpretes: Fele Martínez, María Esteve, Javier Gurruchaga (voces de la versión doblada). Género: animación. RU, EE UU, 2006. Duración: 90 minutos.
Así, Ratónpolis podría presumir casi sin duda alguna de ser la película de animación más trabajada en sus fondos y en los detalles de sus escenarios que se haya rodado nunca. Sin embargo, aunque técnicamente el filme es una maravilla en todas sus facetas, narrativamente sus creadores no han calibrado del todo el efecto de la aceleración constante de los acontecimientos. De modo que, como esas películas de acción que empiezan tan arriba que ya les es imposible sorprender más y acaban aburriendo por la ausencia de las necesarias pausas, Ratónpolis se ve perjudicada por un adrenalítico ritmo del que uno puede terminar desconectando.
Babelia
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