Jóvenes K, la marca personal de Kirchner

"Jóvenes K, Fanáticamente argentinos". Sonriente, la senadora Cristina Fernández, mujer del presidente Néstor Kirchner, aparece en un cartel en el que se anima a los jóvenes a sumarse al movimiento juvenil que apoya al mandatario argentino y que en las últimas semanas se ha visto envuelto en la polémica, tras unos incidentes en un conflicto laboral en un hospital porteño. Mientras los Jóvenes K defienden su adhesión al proyecto del actual mandatario, para sus críticos su caso es la demostración de gestión exitosa de una buena idea de marketing electoral que resucita nuevamente a menos de un año de las elecciones presidenciales.

Nacidos a finales de 2002 con la vista puesta en la elección presidencial de Kirchner de 2003, los Jóvenes K no tienen ni afiliados ni personalidad jurídica, pero en tres años han implantado su presencia en todas las provincias y aparecen en momentos en los que la gestión del presidente genera polémica. "No recibimos financiación oficial", destaca Nicolás Trotta, de 30 años, coordinador nacional de los Jóvenes K. "De algún sitio tiene que salir el dinero. Hasta ahora nadie ha investigado cuántos son y qué es lo que hacen", apunta Diego Dillenberger, director de la revista Imagen.

Kirchner es un político que se define como peronista pero que desde su llegada a la Casa Rosada ha hecho carrera política fuera del Partido Justicialista (PJ), en parte porque éste era controlado por sus rivales. El presidente ha institucionalizado el Frente Para la Victoria, que en diversas convocatorias ha competido en las urnas contra el PJ y de la misma manera ha buscado el respaldo a su gestión en grupos alternativos a la política tradicional. Ha optado por apoyar su propio movimiento juvenil, en vez de utilizar a las existentes Juventudes Peronistas.

"En realidad los Jóvenes K son una marca que se utiliza cuando hace falta. Han tenido un perfil muy bajo, pero ahora que nos aproximamos a unas nuevas elecciones es muy posible que tengan mucha más presencia", destaca un experto en asesoramiento electoral que prefiere el anonimato. Para esta fuente, los Jóvenes K surgieron porque Kirchner era un candidato desconocido y era necesario un gancho con el que seducir al electorado joven y de clase media. "La letra K es muy valiosa y Kirchner no se la da a nadie", añade.

El pasado octubre se produjeron unos violentos incidentes durante una huelga en la que un piquete violento agredió a los trabajadores de un hospital en paro. Las imágenes recorrieron el país y uno de los agresores fue inmediatamente relacionado con el movimiento juvenil de Kirchner. "No tuvimos nada que ver con aquello", asegura Trotta, cuya organización ha sido puesta en la mira de medios y oposición en el clima preelectoral que vive Argentina.