Zapatero defiende que España restrinja el uso de sus tropas
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confirmó ayer que el compromiso de "garantizar que la ISAF [la fuerza aliada en Afganistán] tenga los efectivos, recursos y flexibilidad necesaria para realizar su misión", alcanzado en la cumbre de la OTAN, no implicará cambio alguno en el destino ni la composición del contingente español. "Puede haber países que modifiquen sus restricciones o aporten más tropas, pero ése no es el caso de España", aseguró, antes de afirmar que "España es coherente" al mantener esta postura. "Yo respeto mucho lo que hagan otros países, pero considero que lo que nos han pedido la ONU y la ISAF se corresponde con lo que ya estamos haciendo", explicó. Por ello, "vamos a seguir actuando en la misma zona, con las mismas fuerzas".
Confrontado con el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, que dijo ayer en su rueda de prensa que "una sola persona" de la ISAF tendrá la competencia de decidir si una situación concreta constituye una emergencia que obligue a los aliados a acudir a remediarla, Zapatero fue rotundo: "La restricción española es muy clara. Es el mando español quien decide", dijo, para despejar cualquier duda de que sólo el jefe de Estado Mayor de la Defensa puede ordenar que las tropas españolas desplegadas en el oeste de Afganistán salgan de su zona para auxiliar a otros contingentes de la ISAF.
Rescate y atención médica
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, descartó el martes que problemas de combate puedan representar una emergencia atendible por las tropas españolas y redujo sus posibilidades de actuación fuera de zona al rescate y posterior atención médica de soldados aliados heridos o enfermos.
La supresión de estas restricciones, que, si se suman las formuladas por los 26 aliados desde que se implicaron en Afganistán, superan las 50, ha sido, precisamente, el caballo de batalla en esta cumbre para los países que se han hecho cargo de las zonas afganas de más alto riesgo, como EE UU, Reino Unido, Canadá u Holanda. El presidente estadounidense, George W. Bush, llegó a evocar, el martes, el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que establece la obligación de asistencia mutua entre aliados, para justificar su exigencia de un auxilio indiscriminado y de una ISAF más integrada. Al menos media docena de países han levantado sus restricciones a raíz de este llamamiento. España las mantiene intactas.
Zapatero negó haberse sentido señalado por la declaración de Bush ni presionado por el desarrollo de la cumbre. "El presidente de EE UU no apeló a ninguna situación concreta, habló de principios generales. El tono fue cordial y, más allá de los matices, hay un acuerdo general para lograr que Afganistán sea un país más seguro y políticamente estable, que hay que luchar contra la miseria y el desempleo, objetivos todos ellos tan dignos como los que persiguen cada día nuestros militares", dijo.
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