_
_
_
_

El acusado sostiene que degolló al taxista de Bilbao para defenderse

La fiscal considera que el joven no actuó con alevosía y solicita 12 años por homicidio

El joven de 21 años que el 12 de diciembre pasado degolló a un taxista de madrugada en la capital vizcaína aseguró en la vista con jurado que comenzó ayer que le clavó el cuchillo después de una discusión por el importe de la carrera y para defenderse de los intentos del taxista de acuchillarle. "Yo vi la muerte en ese momento, no me quedó otra. Le quería tirar en el hombro, no quería darle una puñalada en el cuello", afirmó Reiny M. P., quien tras la agresión estuvo a punto de ser linchado por los compañeros de la víctima.

El acusado declaró que fue el taxista, Eduardo Robrero, de 45 años, quien comenzó a insultarle cuando le dijo que le faltaba algo más de un euro para pagar el servicio. "Empezó a insultarme: me cago en tu puta raza, hijo de puta y extranjero de mierda", relató ayer ante el jurado y el tribunal de la Audiencia de Vizcaya.

Reiny, de origen dominicano, no recordaba ayer cómo sacó el conductor del taxi el cuchillo. Aseguró ante la Sala que aquel día había consumido cocaína, cervezas y varios porros. Pero contó que el taxista, de 131 kilos y 1,93 centímetros de altura, se giró hacia la derecha, clavó sus rodillas en los dos asientos delanteros y "comenzó a lanzarme cuchilladas". El vehículo, que no tenía echado el freno de mano, se movió. "Entonces traté de arrebatarle el cuchillo y lo conseguí, forcejeando y pataleando". Fue en ese momento cuando el joven le asestó la puñalada en la parte derecha del cuello. "Comenzó a vomitarme sangre y salí del coche".

Eduardo, casado y con dos hijas pequeñas, a duras penas pudo coger la radio del coche y, entre borbotones de sangre, transmitió a sus compañeros que le habían atacado y la calle donde estaba. Varias docenas de taxistas salieron en su ayuda y, tras sorprender al presunto homicida, comenzaron a golpear a Reiny M. P., que fue salvado de la turba por policías municipales y ertzainas.

"Oigo la voz del Diablo"

Pero la parte más sorprendente de la declaración del acusado -en un intento de avalar la eximente de trastorno mental transitorio, invocada por su abogada, además de haber actuado en legítima defensa- fue cuando, a preguntas de la acusación particular, dijo que ya les había contado a los forenses lo que le pasaba. "Desde los 16 años yo tengo el demonio dentro de mi cuerpo. Oigo la voz del Diablo", reiteró ante los miembros del jurado.

El letrado de la acusación particular en nombre de la familia de la víctima, José Ricardo Palacio, calificó la versión del acusado de "demencial, increíble y falsa". Tanto él como la fiscal acudieron durante el interrogatorio a la declaración que prestó durante la instrucción de la causa para poner de relieve las "contradicciones" entre ambas versiones. Pero mientras que para aquél el homicida actuó con alevosía y de manera traicionera -por lo que pide 17 años por asesinato-, la fiscal sostiene que se produjo una discusión previa al ataque y considera los hechos como homicidio y solicita 12 años de prisión.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_