Alperi minimiza el rechazo de los alicantinos a la planta de biodiésel

La instalación de una planta de biodiésel en el puerto de Alicante se ha situado en el primer plano del debate político tras el éxito de la manifestación del viernes por la noche cuando se reunieron más de 3.000 personas para mostrar su rechazo. Pese a ello, el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, del PP, advirtió ayer de que la decisión del Ayuntamiento para otorgar la licencia de construcción de esta instalación no depende de que "haya más o menos" manifestantes. Alperi confesó que no le sorprende el número de manifestantes, 4.000 según la organización y 2.000 para la policía, ya que la convocatoria "está utilizada por determinados partidos políticos en época electoral" ya que muchos de los asistentes no viven en la zona sur. Alperi echó mano de la estadística del censo municipal para minimizar la protesta y recordó que con una población real de unos 450.000 habitantes en Alicante que acudan 2.000 personas "no es excesivo". Díaz Alperi instó a que se deje de "manipular a la gente y de engañar", ya que "ni la planta de biodiésel tiene una enorme chimenea que lanza humo constantemente, ni en absoluto es una instalación contaminante", aseguró.

El alcalde anunció que el Ayuntamiento recabará todos los informes "exhaustivamente" para adoptar una decisión argumentada, y admitió que el permiso municipal es un acto reglado en el que "no hay alcalde que tenga capacidad para negar una licencia si cumple los requisitos". También comentó que las plantas de biodiésel están siendo fomentadas desde el Gobierno central y puso como ejemplo que en el puerto de Gijón (Asturias), con Ayuntamiento y gobierno regional socialista, se va a construir una "a una distancia no superior de 500 metros".

"Que atienda el clamor"

La todavía subdelegada del Gobierno en Alicante y candidata del PSPV para la alcaldía de la capital, Etelvina Andreu, instó al alcalde, Luis Díaz Alperi, a que "recapacite" y atienda el "clamor" de los ciudadanos que se han manifestado en contra de la construcción de la fábrica de biodiésel en el Puerto.

La afluencia de unas 4.000 personas un viernes por la tarde refleja, para la aspirante socialista, que los alicantinos se oponen al proyecto, y "no sólo" los de los barrios más afectados de la fachada marítima, como Benalúa, San Gabriel y Babel, a los que "el alcalde suele tratar como de segunda". Según Andreu, "no se puede permitir que intereses meramente del Puerto condicionen la vida de los alicantinos", ya que, aunque es "un elemento dinamizador, no puede actuar de espaldas a los intereses" vecinales. Para Etelvina Andreu el seguimiento que tuvo la manifestación "debe hacer recapacitar a los responsables" del proyecto, porque la fábrica de biodiésel "no tiene por qué ubicarse en el puerto, donde además perjudica la estética de la entrada sur de la ciudad".