El presidente dice que siente sonrojo al ver al PP criticar su política exterior

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió ayer en la defensa de los ideales de la paz y en la crítica contra del uso de la violencia aderezando su discurso con críticas hacia la oposición. "Produce sonrojo ver al PP criticar y alejarse de cualquier iniciativa que planteo como la Alianza de Civilizaciones o la paz en Oriente Medio", señaló Zapatero. El presidente subrayó que igual que uno de los logros del siglo XX fue la democracia, en el siglo XXI, la fuerza más grande será la paz y el entendimiento entre pueblos.

"La derecha lo critica todo, exagera todo", afirmó Zapatero. "Critican tanto y de tal manera que se les olvida todo, como en el vídeo de seguridad ciudadana. Es un ejemplo de su manera de actuar, les pierde la ansiedad, son ridículos y demuestran incompetencia", prosiguió. "A la derecha le sobra prepotencia pero le van a faltar muchos votos y además les vamos a ganar en el 2007 las autonómicas y municipales y en 2008 las generales, pero les vamos a ganar sin perder la sonrisa y el talante", añadió.

El presidente hizo estas manifestaciones en el transcurso de un mitin en León en el que presentó al candidato socialista a la alcaldía, Francisco Fernández, quien ya fue alcalde 17 meses en el presente mandato y abandonó el puesto tras una moción de censura. Al acto asistieron el candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Ángel Villalba y la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce.

Proyectos y no insultos

Zapatero invitó a los asistentes a ir a las próximas elecciones con "ideas y proyectos". "Dejemos el insulto, la descalificación y la bronca para otros", señaló, para después hacer hincapié en que el Gobierno va a continuar con su política de subida de las pensiones mínimas y el apoyo a los sectores sociales que más lo necesitan. "Nuestra prioridad es volcarnos en el gasto social", afirmó.

Después se dirigió de nuevo a los dirigentes del PP para advertirles de que los ciudadanos no respaldan a quienes "no dicen la verdad de las cosas". Zapatero aseguró que los populares no creen en España y les pidió que vayan teniendo paciencia para seguir en la oposición.

El presidente también se refirió a la situación económica española cuyo crecimiento, dijo, "no se debe a ningún milagro", sino al trabajo de todos los ciudadanos. Esa afirmación la opuso al análisis del auge económico que hacía su antecesor en el cargo, José María Aznar. "Él milagro soy yo", aseguró Zapatero que mantenía Aznar.