_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El abrazo del oso

La página web del Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es) ofrece desde la semana pasada información sobre los nombres y apellidos de los españoles. No es sorprendente que la lista de apellidos más frecuentes esté encabezada por los García, González, Fernández, Rodríguez, López, Martínez, Sánchez, etc. Pero llama la atención que la lista sea casi la misma, con ligeras variaciones de orden, en las cuatro provincias catalanas. En Barcelona, 8 de los 10 apellidos más frecuentes son patronímicos acabados en z, y el primero catalán que aparece (Ferrer) ocupa el puesto 31.

Según datos del propio INE, el 40% de los ciudadanos catalanes inscritos en el censo de 1991 habían nacido fuera de Cataluña. Sin embargo, según consignaba Pere Rusiñol en EL PAÍS (18-5-03), de los 58 consejeros que formaron parte de los sucesivos Gobiernos de Pujol entre 1980 y 2003, tan sólo tres habían nacido en otras comunidades. El desfase no sólo afectaba al Gobierno nacionalista. De los 489 diputados que se sentaron en el Parlamento en esos 23 años, los no nacidos en Cataluña eran 47: menos del 10%. El mismo periodista le preguntó poco después a Maragall (13-11-03) si esos "otros catalanes" estarían mejor representados en su Gobierno, si ganaba las elecciones. "No habrá cuotas, pero estarán representados", repuso.

Sin embargo, en el Gobierno que formó todos eran catalanes de nacimiento excepto dos, nacidos en la Comunidad Valenciana y Baleares, respectivamente, y ambos catalanohablantes; y todos tenían apellidos catalanes, con la excepción de Carretero y Carod (si bien este último lo disimulaba uniendo mediante guión su primer apellido, aragonés, con el segundo, Rovira, catalán). En la remodelación efectuada por Maragall en mayo, tras la salida de los consejeros de ERC, se incorporó como titular de Educación Joan Manuel del Pozo, andaluz de nacimiento. Será interesante comprobar si en un Gobierno presidido por José Montilla, cuya investidura se vota mañana, se reduce o no ese desfase que, contra las leyes del cálculo de probabilidades, hace que la moneda siempre caiga del mismo lado.

¿Y en el País Vasco? También aquí los más frecuentes son, en las tres provincias, García, Fernández, González, López, Rodríguez, etcétera. Otro tanto ocurre en Navarra. En Vizcaya, el primer apellido vasco aparece en el lugar 13, y el siguiente en el 24. El demógrafo José Aranda cruzó el censo de Euskadi de 1991 con la lista de apellidos vascos (10.100 en total) que figuran en el Nomenclator publicado por Euskaltzaindia (Academia de la lengua vasca). Entre las conclusiones, que expuso en el nº 87 de Claves (nov. 1998), destaca que más de la mitad de los ciudadanos de Euskadi (el 54,1%) no tiene ningún apellido vasco, y sólo el 20,5% tiene vascos los dos primeros. Luego el 80% de los censados no pasarían el baremo establecido por Sabino Arana para ser considerado vasco genuino, condición que hacía depender de los apellidos. Al margen de esa característica, los vascos nativos hijos de padres también nacidos en Euskadi suponían el 39,6% de los censados. Porcentaje similar al de Cataluña, y muy inferior al de Galicia (88,5%). Según cálculos de la demógrafa Anna Cabré, sin la inmigración recibida durante el siglo XX, Cataluña tendría hoy la misma población que Galicia: unos dos millones y medio.

En España, en el actual periodo democrático, el predominio de los apellidos terminados en z se ha reflejado ampliamente en los de sus presidentes: Suárez González, González Márquez, Aznar López, Rodríguez Zapatero, y también en los del resto del personal político. Esto puede ser casual, pero que el reflejo sea tan distinto en Cataluña y País Vasco no deja de ser un síntoma (que se une a otros) de distanciamiento entre la realidad social de esas comunidades y sus respectivas clases políticas. Estamos muy mezclados, y ello invita a rebajar un poco el énfasis con que proclamamos lo diferente que somos los unos de los otros.

Además, nunca se sabe. En un artículo publicado en 1890 en El noticiero bilbaíno, Unamuno hacía derivar el apellido (y antiguamente nombre) García del vocablo vasco kartzia, forma primitiva del actual artza o artzia: el oso. Estaríamos entonces ante una última paradoja a añadir a las otras que ofrece el censo: que el apellido español por antonomasia, el más frecuente en 32 de las provincias, y el segundo en otras 11, es en realidad de origen vascón.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_